Talibanes armados atacaron el jueves un hotel de lujo en el centro de Kabul, la capital afgana, dijo la policía, y cuatro de ellos murieron en un tiroteo con las fuerzas de seguridad locales.
El portavoz del Ministerio del Interior, Sediq Sediqqi, dijo a Reuters que todos los hombres armados murieron y que las fuerzas de seguridad tenían controlado el hotel.
Además, agregó que no tenía información sobre víctimas entre los empleados y huéspedes del hotel, aunque aclaró se estaban realizando investigaciones y las fuerzas especiales afganas estaban en el lugar.
Los asaltantes habrían entrado al hotel aproximadamente a las seis de la tarde hora local, con armas escondidas en sus medias, y esperaron tres horas para comenzar el ataque.
Dispararon a huéspedes y se escondieron en baños cuando llegaron las fuerzas de seguridad, informó Sediqqi. Los hombres armados parecían ser menores de 18 años.
Dos guardias resultaron heridos, indicó Sediqqi. No hubo más víctimas confirmadas.
El portavoz talibán Zabihullah Mujahid adjudicó al grupo la responsabilidad por el ataque y dijo que los agresores habían disparado a huéspedes extranjeros y afganos en celebración por el año nuevo afgano.
«Atacantes suicidas con bombas entraron al Hotel Serena, se está produciendo una gran batalla, los enemigos sufrieron bajas importantes», dijo en un mensaje de texto.
Su información no pudo ser verificada inmediatamente y ninguna persona consultada por Reuters declaró haber escuchado explosiones.
Una huésped, quien fue trasladada a un lugar seguro junto a otras personas, dijo que el tiroteo parecía haber comenzado en el restaurante del hotel. Otro pasajero, que se ocultaba en su habitación, dijo que podía escuchar disparos esporádicos.
El hotel fue atacado en 2008 por un suicida con una bomba y seis personas murieron.
Desde entonces, ha mejorado sus medidas de seguridad y es considerado un lugar seguro donde alojarse en Kabul, protegido por múltiples dispositivos de seguridad como detectores de metales y guardias armados.
Normalmente recibe a muchos funcionarios de Naciones Unidas y delegaciones extranjeras que llegaron al país para observar las elecciones del mes próximo.
Previamente el jueves, los talibanes atacaron una comisaría en la ciudad de Yalalabad, en el sur del país por intermedio de atacantes suicidas y hombres armados. Al menos 11 personas murieron.
Los talibanes han prometido matar a cualquier persona asociada con las elecciones presidenciales del mes próximo. El sufragio del 5 de abril marcará la primera vez que un Gobierno electo asume el poder de manos de otro en la historia de Afganistán.
