La zona de nuestros pies es una de las más importantes en nuestro cuerpo; asimismo, es una de las que, aunque consideremos muy fuertes, merecen mucho cuidado y dedicación. El hecho de cuidar los pies conlleva a una mejor resistencia ante las labores cotidianas, a una mejor respuesta a la agitación diaria y a un mayor confort.
Muchas personas olvidan acariciar sus pies, darles vida y suavidad y, además, pasan por alto el hecho de tener estrategias caseras que ofrezcan comodidad tanto a los pies como al cuerpo en sí.
Por ello, y considerando la importancia de estar en equilibrio, al reconocer el valor de cada parte de nuestro cuerpo, es necesario adoptar métodos sencillos y prácticos que le den una nueva perspectiva a nuestra vida, empezando por nuestra base: los pies.
Es relevante recordar que no sólo el cansancio de la jornada afecta a nuestros pies, también pueden hacerlo condiciones de oscuridad, de rozamiento con los bordes del zapato, de humedad ocasionada al tener el pie cubierto y de falta de transpiración correcta de la piel y las uñas. Estas situaciones podrían causar ligeras lesiones, hongos o trastornos y se dan con más facilidad, especialmente, en personas mayores de 50 años.
