Las escuderías Mercdes y Ferrari dominaron las dos primeras sesiones de ensayos libres del Gran Premio de Australia, primera válida puntuable de la temporada.
Con una vuelta en 1 minuto, 29 segundos y 625 milésimas, el inglés Lewis Hamilton, que no había podido correr en la primera sesión por un problema técnico de su Mercedes W05, rebajó en más de dos segundos el primer crono de la mañana, conseguido por Fernando Alonso (Ferrari).
El español logró en la segunda sesión el tercer mejor tiempo, por detrás de otro piloto Mercedes, el alemán Nico Rosberg, pero por delante del alemán Sebastian Vettel (Red Bull) y del británico Jenson Button (McLaren). Este último ha ganado tres veces en Australia.
Sebastian Vettel se mostró muy aliviado tras los primeros entrenamientos libres, en los que marcó el séptimo mejor tiempo en la primera sesión y el cuarto en la segunda. El tetracampeón completó un total de 51 vueltas al trazado.
Daniel Ricciardo, en su debut con Red Bull, dio 32 vueltas y acabó sexto, con un tiempo cercano al de su compañero. Los tiempos conseguidos parecen confirmar una mejoría de la escudería anglo-austríaca tras una pretemporada catastrófica.
La carrera de Australia marcará el inicio de el campeonato más igualado de los últimos años. Ningún equipo ha logrado imponer su dominio en las pruebas no puntuables. Más han sido las dudas que las certezas, ya que la mayoría de los monoplazas no han demostrado ser capaces de poder terminar los 307 kilómetros de la prueba australiana.
Así las cosas, la FIA ha anunciado un plan de contingencia para el caso de que ningún monoplaza sea capaz de terminar la carrera. Charlie Whiting, director de la carrera, dijo que, aunque una válida debe durar como mínimo dos horas, la organización se vería forzada a darla por completa si no quedara ningún auto rodando en pista, aunque puntualizó que ese escenario es muy improbable.
