La Primera Sala de la Cámara Penal de la Corte de Apelación del Distrito Nacional revocó la decisión del juez de Atención Permanente, Alejandro Vargas, que dejó en libertad al empresario Saturnino Rodríguez (Julio el Gordo), a quien la Fiscalía y la Policía le ocuparon 46 armas de fuego, y le dictó impedimento de salida y visita periódica ante el procurador fiscal investigador como medida de coerción.
Rodríguez fue detenido en diciembre de 2013, durante un allanamiento realizado en el establecimiento “Línea Deportiva David”, ubicado en la avenida Francia, sector de Gazcue, donde le ocuparon las armas, pero el magistrado Vargas realizó un descenso al lugar y determinó que fue allanada una casa a la cual el Ministerio Público no tenía autorización, por lo cual tildó de ilegales las pruebas en su contra.
En ese sentido, los procuradores fiscales Dante Castillo y Primitivo Luciano Comas, adscritos al Departamento de Crímenes y Delito contra las Personas, incoaron un recurso de apelación en contra de la decisión del juez Vargas.
Los jueces de la Primera Cámara Penal, que preside el magistrado Eduardo José Sánchez Ortiz, decretó la anulación de las actuaciones procesales derivadas del allanamiento y declaró buena y válida las actuaciones del Ministerio Público, ya que fueron realizadas acordes con la autorización del juez de Atención Permanente que autorizó la intervención.
Para su dictamen el juez Vargas se basó en el artículo 167 del Código Procesal Penal que establece “No puede ser apreciada para fundar una decisión judicial, ni utilizada como presupuesto de ella, la prueba recogida con inobservancia de las formas y condiciones que impliquen violación de derechos y garantías del imputado, previstos en la Constitución de la República”.
Para justificar la detención y envío a juicio del empresario, el Ministerio Público alegó que éste fue apresado en flagrante delito en la casa, ubicada en la Avenida Francia No 101, 2do Nivel, del Distrito Nacional, durante un allanamiento al local.
A Rodríguez le fueron confiscados 10 revólveres, 29 pistolas, 7 escopetas, 27 chalecos antibalas y 45 cajas de municiones de diferentes calibres.
Mientras que Vargas, al realizar el descenso al local, comprobó que hubo irregularidades y que la casa allanada fue la #113.
