El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, propuso extender las exenciones impositivas y los programas de capacitación para trabajadores en un presupuesto que destaca una visión opuesta a la de los republicanos, quienes favorecen un menor rol del Gobierno en la promoción de la movilidad social.
El presupuesto probablemente será rechazado en la Cámara de Representantes, controlada por los republicanos, y tiene pocas probabilidades de ser promulgado.
El proyecto destaca las prioridades políticas de Obama antes de las elecciones del Congreso en noviembre, cuando los demócratas esperarán mantener el control del Senado y los republicanos expandir su mayoría en la Cámara de Representantes.
El presupuesto contemplado para el año fiscal 2015, que comenzará a regir el 1 de octubre, aumentaría las exenciones tributarias para los trabajadores más pobres, elevaría el gasto en caminos y puentes y expandiría la educación preescolar.
El presupuesto señala un alejamiento del énfasis del año pasado en la reducción del déficit para favorecer un enfoque más pronunciado en la disminución de la pobreza, meta que Obama ha destacado a menos de tres años del término de su mandato.
Es probable que el debate sobre la controvertida reforma al sistema de salud de Obama figure en forma significativa en las elecciones, pero también predominarán la reducción de la pobreza y la lenta recuperación tras la recesión del 2007 al 2009.
El presidente del comité presupuestario de la Cámara de Representantes, Paul Ryan -un posible aspirante presidencial republicano para el 2016- afirmó en un reporte el lunes que el Gobierno apenas logró algo en la lucha contra la pobreza en los últimos 50 años, pese a realizar grandes gastos.
Y aunque no están de acuerdo sobre el papel del Gobierno en la reducción de la pobreza, Ryan y Obama comparten el respaldo para la exención tributaria sobre la renta, una medida contra la pobreza que tiene como objetivo alentar a los estadounidenses con bajos ingresos a que trabajen.
