Dunedin.-El jardinero dominicano Melky Cabrera pensaba que después de haber firmado un contrato de dos años y 16 millones de dólares con los Azulejos de Toronto en noviembre de 2012 ya había dejado atrás el peor momento de su carrera.
Cabrera venía de ser sancionado con una suspensión de 50 partidos por uso ilegal de testosterona, tras un humillante proceso de investigación mientras estaba en la cúspide de la temporada regular con los Gigantes de San Francisco, siendo nombrado MVP del Juego de Estrellas y uno de los líderes de bateo en toda la Liga Nacional.
La realidad era que lo peor aún estaba por venir.
A mediados de agosto de la temporada pasada, Cabrera recibió la noticia de que le habían descubierto un tumor en la espalda baja, una pequeña masa ubicada dentro de la espina dorsal. El enfoque del jardinero dominicano de 29 años de edad no giró en torno a que podría ser el fin de su carrera como pelotero, sino a que podría ser el fin de su vida.
«Me preocupé bastante cuando me dieron la noticia, me asusté porque me dijeron que era un tumor y la realidad es que pensé que me iba a morir», dijo visiblemente acongojado Cabrera a ESPNDeportes.com desde las facilidades de entrenamiento de los Azulejos en Dunedin.
«Todos estábamos preocupados, pero fue un tumor benigno gracias a Dios y la operación fue todo un éxito. Pudieron sacar todo el tumor después de una cirugía de cuatro o cinco horas, con mucho éxito. Ahora me siento muy bien y me siento ready para la temporada».
Meses antes de la cirugía, el dominicano sentía que había perdido el poder por completo en la parte inferior de su cuerpo, además de ver su movilidad extremadamente limitada y sentir fuerte dolor en las piernas y espalda. Varios exámenes por resonancia magnética resultaron negativos y nadie tenía ninguna explicación para el jugador.
Los médicos ahora le han podido aclarar a Cabrera que todas las molestias fueron complicaciones de la ubicación del tumor, que afectaron la conducción nerviosa a través de su espina dorsal.
«El tumor era como una bolita en el medio de la espina y eso era lo que me tenía agarrados los tendones de las piernas», explicó. «[Después de remover el tumor] ahora me siento como el Melky de años atrás, el swing ya está ahí, estoy corriendo bien y el manager me está dando la oportunidad de jugar todos los días left field».
Cabrera también dio crédito a todo el trabajo de preparación física que hizo en República Dominicana durante la temporada baja por el hecho que se siente completamente recuperado y listo para retomar su puesto en el plantel titular.
«Trabajé bastante este offseason y me siento bien. Mi familia, mis amigos y mis compañeros me apoyaron, y también mi fanaticada, todos se preocuparon mucho por mí, por una cirugía delicada, por la cual cualquiera se puede asustar, pero eché para adelante», añadió.
«Estoy al cien por ciento ya. Cada dos semanas me revisó el doctor durante la recuperación y después de los 15 días ya podía levantar pesas de 15 a 20 libras y ya me siento bien, me han dicho que fue una recuperación bien rápida».
