Cristo Rey: alta población sin alternativas

Pese a estar ubicado en un área estratégica del Distrito Nacional, el sector de Cristo Rey se encuentra estancado por la falta de plazas de trabajos, lo que para muchos de sus habitantes es una de las principales causas de la creciente ola de violencias y atracos en los últimos 10 años.
 
Fundado en el año 1965, Cristo Rey era conocido anteriormente como Arroyo Salado, cuando la demarcación era un vivero de plantas ornamentales de la familia del tirano Rafael Leónidas Trujillo.
 
Entre las secciones que lo componen se enumeran: Las 70, El Caliche, La Goya, La Agustinita, La Cementera, Ensanche Lanna Gautier, El Bronx, Vietnam, Las Flores, La 40, La 42, La 43, La 41, Los Farallones, La Pablo Sexto, La calle Higüey, La 37, La 39, La 32, La Calle Luz y La Paz y Bien.
 
Al principio de su conformación, Cristo Rey prosperó de manera muy superior a los demás sectores capitalinos, ya que contaba con una población reducida y una gran fuente de empleos, que provenían de industrias colocadas por el fácil acceso a los diferentes muelles y aeropuertos.
 
Cierre de empresas
 
En los últimos años, la población ha sentido en “carne propia” el cierre de varias industrias, las cuales han dejado un profundo vacío económico y laboral en la comunidad. Entre las empresas que se han clausurado en el sector se enumeran: la fábrica de Archivos y Metales, Talleres Cima, la fábrica de alambres, La Goya y dos textiles.
 
Preocupado por la falta de empleos, el destacado médico Félix Antonio Cruz Jiminián (Antonito), llamó al Gobierno a dirigir esfuerzos hacia Cristo Rey, a fin de bajar la tasa de desempleo que existe en la demarcación, lo que, a juicio del galeno, ayudará a reducir la criminalidad.
 
Durante la celebración de una misa en las instalaciones de su clínica, en conmemoración del Día de la Virgen de La Altagracia, Cruz Jiminián destacó las necesidades que afectan de manera significativa a esa barriada capitalina.
 
“Es necesario el establecimiento de varias industrias, entre ellas tecnológicas, donde los jóvenes puedan desarrollar sus conocimiento en diferentes áreas y de esa forma mantenerlos ocupados en un ambiente laboral”, aseveró el prestigioso médico.
 
Jiminián señaló que en los alrededores del antiguo sector Hoyo de Chulín, actualmente Puerto Isabela, existen terrenos suficientes para establecer fábricas, con el objetivo de emplear a la población de Cristo Rey y zonas aledañas.
 
Deporte «en el suelo»
 
Otro de los casos que preocupa a los habitantes es la caída de las instalaciones deportivas, debido a que las diferentes áreas de recreación del Club los Cachorros y otras que posee el barrio, son un verdadero peligro para las decenas de atletas y público.
 
Un fiel ejemplo de la dejadez lo representa el complejo deportivo y cultural Los Cachorros, ya que la mayoría de los techos, las canchas, las puertas, el sistema eléctrico, los escalones, las verjas y las columnas parecería caerles encima a las personas, por el avanzado deterioro que presentan.
 
En tal sentido, el joven atleta Joel Melo manifestó que «Cristo Rey está en el ojo del huracán con el problema de la delincuencia, pero las autoridades son nulas, ya que no terminan de enviar los recursos para terminar las construcciones y embellecimiento de las zonas deportivas».
 
Expuso que en el Club los Cachorros desarrollan unas 17 actividades deportivas diferentes; pero, que las condiciones actuales han provocado la desmotivación de los jóvenes, debido a que tiene más de 12 años esperando su remodelación.
 
Insalubridad
 
De igual manera, otra de las situaciones difíciles para los residentes de la zona norte del Distrito Nacional, es la insalubridad en los alrededores de las calles Arzobispo Romero, Los Trabajadores, 43, 38 y una gran parte de la Nicolás de Ovando, generada por los vendedores del Mercado de la 41, quienes se han visto obligados a instalarse en las referidas vías, por los atrasos en la entrega de nuevos espacios.
 
El tramo que comprende de manera vertical la calles Arzobispo Romero, entre la Nicolás de Ovando y 38 se encuentra intransitable, a causa de los puestos de ventas en plena vía colocados por los buhoneros.
 
Pese a que el alcalde del Distrito Nacional, Roberto Salcedo, en diversas oportunidades ha prometido que entregaría el establecimiento comercial, esto no se ha materializado, mientras que los habitantes no entienden las causas de su postergación.
 
El Ayuntamiento de Distrito Nacional (ADN), mantiene también en el abandono el proyecto Sur-Futuro, ubicado en los antiguo Talleres Cima, en la Nicolás de Ovando, esquina Ortega y Gasset, utilizado para el almacenamiento de equipos del cabildo.
 
A pesar de las pérdidas de cientos de empleos y el deterioro de sus instalaciones deportivas, los habitantes de Cristo Rey, cada mañana, al salir el sol, buscan la forma de ganarse el pan de cada día, a fin de defender el derecho de su comunidad a ser productiva, como fue en épocas anteriores. El sueño de mejorar les estimula a seguir, a pesar de todo.

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