La denuncia de que Miguel Vargas Maldonado fue beneficiado privilegiadamente con un préstamo en un banco estatal, formulada por importantes dirigentes del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), algunos con más de cincuenta años participando en la lucha política, pone de manifiesto que esa organización política se ha llenado de “bueyes y vacas” cansados que se han quedado sin olfato táctico.
Eso es así porque si bien ellos están en el derecho y hasta en el deber de poner en evidencia el comportamiento del principal “jefe” del PRD y su relación con el gobierno de Leonel Fernández, también tienen que tener un mínimo de inteligencia política, de sagacidad, de sentido de la oportunidad y sensibilidad para determinar cuándo es realmente conveniente abrir un tema ante la opinión pública y cuándo guardarlo.
No tengo la experiencia ni la preparación política de personas como Milagros Ortiz Bosch, Arturo Martínez Moya, Hugo Tolentino, Fafa Taveras, entre otros, pero no es verdad que yo voy a cometer la tontería de destapar un escándalo de esa magnitud cuando connotados dirigentes del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) se estaban tirando las cajas y los cajones con acusaciones de uso de los recursos del Estado para comprar votos y ganar mayoría en su Comité Central.
Cuando algunos sectores advierten que en las votaciones del pasado domingo el PLD subió otro peldaño en su carrera por ser otro PRD donde reinan los golpes bajos y las rebatiñas personales, el buen tacto aconsejaba dejar la cancha limpia para que los peledeístas se confrontaran y perdieran esa aureola de unidad que no se resquebraja por nada.
Pero ahí en el sector del PRD que confronta a Vargas Maldonado solo se tomó en cuenta que estaban en posesión de una piedra que podía ser arrojada contra el techo de cristal que cubre a ese jefote político y se lanzaron al atardecer del lunes –no esperaron ni siquiera al día siguiente- a asestarle otro golpe moral al tipo de dirigente “opositor” que es.
Faltó un táctico que dijera: Dejemos que el PLD pelee siquiera una o dos semanas y cuando ese tema se diluya por un arreglo interno o por cansancio, entonces se lanza la información del préstamo privilegiado a Vargas Maldonado y su consiguiente campaña para edificar a la opinión pública.
Al dar un paso táctico, todo dirigente visionario tiene que tomar en cuenta la totalidad del escenario de batalla, no solo la potencia de su cohete, pues puede suceder que desperdicie una gran energía en un momento inapropiado.
Actuar con cabeza fría, buen juicio y una efectiva valoración de riesgo es un arte inapreciable en la lucha política o en la guerra.
El PRD que confronta a Vargas Maldonado acaba de tirar la leche al mar y darle un servicio gratuito al PLD cuando estaba haciendo lo que nunca había hecho: tirarse abiertamente los trapitos sucios al sol.
Antes se acusaba a Vargas Maldonado de estar –conscientemente- al servicio del PLD-Gobierno (lo que nadie tiene que dudar), pero ahora el PLD está mucho más cómodo pues puede contar con que en el momento de mayor peligro para su unidad interna siempre es posible encontrar un tonto no controlado que también se ponga a su servicio –inconscientemente- por actuar a la «Bridge and Dinna» y sin seleccionar el momento oportuno para sacarle provecho a la totalidad de la situación operativa.
Todo esto evidencia que no basta con querer lograr un objetivo e incluso estar en condiciones de lograrlo; es necesario encaminarse correctamente para poder lograrlo porque empujando a lo loco no se llega donde uno quiere.
ciprianfn@hotmail.com
