Pedro en boleta 2015 para ir a Cooperstown

El grupo de candidatos debutantes al Salón de la Fama en su edición 2015 incluye a un trío de extraordinarios lanzadores quienes fueron sinónimo de éxito a lo largo de dos décadas de jugar en Grandes Ligas – Randy Johnson, el dominicano Pedro Martínez y John Smoltz.
 
A ese trío de maestros en la loma se les une una cuota de poder, con el cañonero Gary Sheffield siendo la mayor esperanza para la elección entre los bateadores que serán elegibles por primera vez en la votación después de cinco años de haber concluido sus carreras. Nomar Garciaparra es otro de los nombres que sobresalen y que debutarán como candidatos al Salón en 2015.
 
Todos ellos se unirán a los que regresan a la papeleta de votación como Craig Biggio – quien se quedó a dos votos de ser electo en 2014 – y Mike Piazza, quien conectó más cuadrangulares como receptor que ningún otro pelotero en la historia.
 
Greg Maddux, Tom Glavine y Frank Thomas, tres peloteros fuera de toda sospecha de dopaje, fueron elevados al Salón del Fama del béisbol este año, su primero de consideración por los cronistas.
 
La estrella más grande, literalmente, entre los candidatos debutantes en 2015 es Johnson, el espigado serpentinero zurdo conocido como el «Big Unit», y también por su tremenda recta y su intenso carácter en la loma.
 
Martínez fue sinónimo de consistencia y dominio en la loma a lo largo de 19 campañas, en las que ganó tres trofeos Cy Young y registró varias de las temporadas más impresionantes para un lanzador en las últimas décadas.
 
Como parte de una ola de peloteros dominicanos firmados por los Dodgers, Pedro debutó con L.A. a la edad de 20 años y fue enviado a Montreal dos años más tarde, y eventualmente jugó para los Medias Rojas, Mets y Filis en ocho estelares campañas. Se convirtió en estrella en 1997, su último año en Montreal, con quienes tuvo marca de 17-8, efectividad de 1.90 y 305 ponches que le valieron el trofeo Cy Young. Con la agencia libre asomándose, el quisqueyano fue canjeado a Boston ese invierno.
 
Con los Medias Rojas, Martínez se convirtió en parte de la historia en 2004 cuando ganó la Serie Mundial con Boston. Pero fue el as del equipo por seis temporadas antes de eso, en las que ganó el trofeo Cy Young Award en dos ocasiones (1999-2000) y encabezó la Liga Americana en efectividad cuatro veces. Su promedio de efectividad de 1.74 en el 2000 fue el más bajo registrado en Grandes Ligas desde que el recién elegido Maddux tuvo un PCLA de 1.63 en 1995.
 
Martínez finalizó con 219 victorias y un promedio WHIP (Bases por bolas mas hits dividido entre el número de entradas lanzadas) de 1.050 que ocupa el quinto lugar en la historia del béisbol, reforzado por la marca de 0.737 en el 2000 que permanece como la mejor que se tiene en récord.
 
Por su parte, Smoltz brinda un ángulo multifacético al debate que le da esperanzas para unirse a sus ex compañeros con los Bravos Maddux y Glavine en Cooperstown. Ocho veces convocado al Juego de Estrellas, Smoltz se convirtió en el único pitcher en registrar 200 victorias y 150 salvamentos, comenzando su carrera como parte de la dominante rotación de Atlanta.
 
 

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