Corea del Norte rechazó el jueves la propuesta de su vecino del sur para la reanudación de las reuniones de familias separadas por la Guerra de Corea.
El programa de reunión sigue estancado en medio de las tensiones entre las dos Coreas desde que fue interrumpido a finales de 2010. Ambos países habían planeado reiniciar el programa en septiembre del año pasado antes de que las autoridades norcoreanas abruptamente lo echaron por tierra.
Una disputa clave es la intención de Corea del Norte de vincular la reanudación de las reuniones familiares con el reinicio de un lucrativo proyecto turístico en territorio norcoreano.
Millones de personas están separadas desde el armisticio que puso fin a la Guerra de Corea, que duró de 1950 a 1953, pero que nunca llevó a un tratado de paz. Las reuniones son muy emotivas porque la mayoría de los participantes tienen 70 años o más y desean ver a sus familiares antes de morir. Las dos Coreas prohíben a los ciudadanos de a pie enviarse cartas, hacer llamadas telefónicas o enviar mensajes electrónicos al otro país.
El lunes, Corea del Sur había ofrecido sostener negociaciones el viernes sobre la reanudación de las reuniones. La presidenta surcoreana Park Geun-hye manifestó el lunes en conferencia de prensa televisada que deseaba que las reuniones se realizaran con ocasión del día del año nuevo lunar a fines de este mes, a fin de «curar sus corazones dañados».
Los medios oficiales norcoreanos reportaron el jueves que las negociaciones pueden darse en caso de que Corea del Sur intente discutir «las propuestas de nuestra parte», en aparente referencia al estancado proyecto turístico.
