La Reserva Federal de Estados Unidos inició la complicada tarea de comenzar a cerrar una era de dinero barato, argumentando que la economía es ya lo suficientemente fuerte como para empezar a recortar sus enormes compras de bonos.
El banco central estadounidense redujo levemente el ritmo al que compra activos cada mes en 10.000 millones de dólares a 75.000 millones de dólares, pero buscó calmar el temor a que la medida debilite la economía sugiriendo que la tasa clave de interés se mantendrá baja por más tiempo de lo que había prometido.
La decisión pudo ser una sorpresa para algunos inversores, pero no causó la sacudida en los mercados que muchos temían.
La medida fue un reconocimiento de las mejores perspectivas para la economía y el mercado del trabajo, que marca un cambio para el mayor experimento de política monetaria de la historia.
El presidente de la Fed, Ben Bernanke, dijo que si el crecimiento del empleo en Estados Unidos se mantiene como se espera, la reducción de la compra de bonos seguiría a un ritmo «moderado» gran parte del 2014 y probablemente se cierre «a final del año».
«La recuperación claramente sigue lejos de completarse», agregó.
El presidente de la Fed dijo que consultó la decisión con Janet Yellen, que está previsto que le suceda una vez que deje el puesto tras ocho años el 31 de enero. «Ella apoya completamente lo que hicimos hoy (miércoles)», dijo Bernanke.
ACCIONES EN MAXIMOS
Las acciones en Wall Street inicialmente cayeron tras conocerse la noticia, pero rápidamente remontaron para cerrar en máximos históricos, porque los inversores interpretaron la decisión de la Fed como un reconocimiento de que las perspectivas económicas mejoran.
Los precios de los bonos del Tesoro de Estados Unidos cayeron y los rendimientos subieron, pero la variación fue modesta por el compromiso de la Fed con una política monetaria expansiva.
Los mercados de América Latina reaccionaron sin sobresaltos a un anuncio que se aguardaba desde mediados de año.
El peso mexicano pasó de una caída a un alza de casi 1 por ciento, por las expectativas de que la economía de su principal socio comercial esté despegando.
En Brasil, el principal índice accionario, el Bovespa, ganó un casi un 1 por ciento, pero la moneda local, el real, cerró con un baja de un 0,3 por ciento.
El secretario de Hacienda de México, Luis Videgaray, vio la reacción de los mercados como ordenada y de optimismo y consideró que estaba ampliamente descontada.
«Lo que sí fue una noticia nueva y que le ha dado optimismo a los mercados es que las tasas de corto plazo las van a mantener en niveles cercanos a cero, aun si el desempleo en Estados Unidos continúa bajando, y eso fue lo nuevo que anunció Ben Bernanke en su conferencia de hoy», argumentó.
«Creo que mucho de lo que estamos viendo en los mercados tiene qué ver con esa buena noticia», sostuvo.
El dólar se apreció a un máximo de cinco años frente al yen y ganó terreno frente al euro. El índice que compara a la divisa estadounidense contra una cesta de monedas sumó 0,5 por ciento a 80,454.Reacción de mercados de América Latina.
