Cuando la temporada 2013 llegó a su fin, todos parecían estar de acuerdo que el mercado de agencia libre explotaría. Con cada equipo recibiendo aproximadamente.
US$25 millones en nuevos ingresos televisivos comenzando en 2014 y una clase de agencia libre fuerte encabezada por nombres estelares como Robinson Canó y Jacoby Ellsbury, el escenario parecía listo para que los equipos llevaran las guerras de ofertas por los agentes libres al próximo nivel.
Hasta el momento, eso no ha ocurrido. De hecho, basados en las primera señales de la temporada baja, parece que el mercado se ha desinflado. Y eso tiene implicaciones importantes para los equipos y los jugadores.
De acuerdo a mi investigación, los equipos pagaron un promedio de poco más de US$7 millones por victoria adquirida vía agencia libre en 2013 (incluyendo jugadores firmados a contratos multianuales en temporadas previas), con esa cifra flotando en el rango de US$6-7 millones desde 2007. Normalmente, nosotros probablemente esperaríamos que esa cifra se mantuviera alrededor de los US$7 millones para 2014, pero con la inyección del dinero de la televisión, podríamos haberlo proyectado razonablemente para que se incrementara de forma substancial; basados en incrementos que vimos en el año 2000 y en 2007, ver que el precio por victoria subiera a los US$9 millones no hubiera resultado descabellado.
Los Gigantes de San Francisco parecían haber anticipado esto cuando firmaron de nuevo a sus mejores dos agentes libres inminentes, Hunter Pence y Tim Lincecum, antes que la ventana exclusiva de negociaciones de los Gigantes se cerrara. Como Dave Cameronha señalado, los Gigantes le pagan a Pence alrededor de US$7 millones por victoria proyectada que agregue, aunque eso asume que un jugador que supere los 30 años se mantendrá sano durante un acuerdo de cinco años.
El contrato de Lincecum implicó un estimado incluso mayor del costo por victoria, ya que San Francisco le dio US$17.5 millones de salario promedio anual, a un pitcher que (según el criterio RA9-WAR de FanGraphs) ha tenido un valor de medio triunfo por debajo del reemplazo en los últimos dos años.
Hasta el momento, el mercado no ha estado de acuerdo a las expectativas. La primera contratación de agencia libre en Grandes Ligas fue Geovany Soto, un receptor de 30 años con un bat sólido (con 103 de wRC+ de por vida), a quien los Vigilantes de Texas ven como su receptor titular en 2014. Él ha promediado 3 de WAR por cada 600 apariciones al plato, en su carrera (según el WAR de FanGraphs), y Steamer lo proyecta con un valor de 2.5 victorias en 2014, y aun así, los Vigilantes lo obtuvieron por apenas US$3.05 millones.
El contrato de Soto parece haber establecido la tónica para el resto del mercado inicial. Tim Hudson ha tenido un valor de al menos dos victorias por cada año sano en su carrera; asumiendo que su tobillo sanó, en US$7 millones por triunfo, él no tendría ningún problema para darle a los Gigantes un retorno positive por los US$11.5 millones de salario promedio anual que le dieron. Marlon Byrd no es tan bueno como lució en 2013, pero él obtuvo un contrato que promedia ligeramente arriba de los US$8 millones por año de los Filis de Filadelfia luego de una temporada con 4 de WAR.
y la lista sigue: Steamer proyecta a David Murphy como un jugador de 2 victorias, aunque su nuevo contrato con los Indios de Clevelandle da apenas US$6 millones por año en promedio. Steamer tiene a Josh Johnson bateando 2.7 de WAR por US$8 millones este año. El contrato de tres años y US$26 millones que los Filis le dieron a Carlos Ruiz ha sido descrito por muchos como pago excesivo, pero si una victoria generalmente cuesta US$7 millones, luce adecuado, considerando que Steamer lo proyecta en 3.1 de WAR solamente para 2014. En otras palabras, el dinero nuevo para el que nos habíamos preparado, no parece que ha llegado todavía al mercado.
Para ser justos, esto no incluye a los jugadores que ya fueron firmados a contratos vigentes en 2014, y es razonable asumir que la inflación entrará en juego una vez que caigan las piezas más grandes del dominó. Independientemente de eso, los salarios disminuidos en la parte inicial del mercado tienen implicaciones en toda la liga.
Quién gana si el mercado sigue a la baja: Este escenario parece poco probable, pero los equipos que planearon gastar este invierno se ganarán la lotería si esto ocurre. Si gastar para 2014 comprando agentes libres este invierno termina dándole a los equipos más valor por su dinero que darle extensiones a los jugadores ya controlados, o firmando a agentes libres de clases anteriores a contratos multianuales, los equipos planean abrir sus billeteras de gran manera este invierno –ya que se rumora que los Yankees, Dodgers, Mets, Marineros, Cachorros y Astros lo harán– eligieron el momento correcto para entrar al mercado.
También denle mérito a los agentes que lograron extensiones de contrato para los agentes libres potenciales (Pence y Lincecum son los dos ejemplos más obvios), al usar los temores de los equipos por una inflación desmedida, para obtener acuerdos por encima del mercado para sus clientes.
Quién pierde si el mercado sigue a la baja: Los equipos que amarraron a sus jugadores anticipadamente y los jugadores que han esperado sus grandes ofertas este invierno. En la primera categoría, el ejemplo más obvio son los Gigantes, dado que los contratos tienen la misma vigencia, ¿qué dice el hecho de que ellos firmaron a Hudson por US$12 millones menos en relación al acuerdo de Lincecum? En cuanto a jugadores, el pelotero emblema sería Robinson Canó, quien a estas alturas sería afortunado para acercarse a los US$100 millones respecto a sus demandas de contrato por US$300 millones.
Quién gana si el mercado se infla posteriormente: Los equipos que actuaron de inmediato. Cuando un gerente general observa el mercado de agencia libre, su objetivo general debe ser obtener victorias a un precio más económico que sus 29 colegas. Los Vigilantes, Indios, Atléticos (con Nick Punto) y los Rockies (con LaTroy Hawkins) hicieron eso volteando al mercado antes de que los salarios se dispararan. En su núcleo, la estrategia «Moneyball» de Oakland fue acerca de encontrar y explotar las ineficiencias del mercado en el béisbol, y este año, firmar agentes libres de forma tempranera es el «nuevo promedio de embasarse».
Quién pierde si el mercado se infla posteriormente: Cualquier otro equipo que busca comprar este invierno. Los equipos en busca de superestrellas probablemente no serán afectados, porque no hay muchos nombres estelares en el tablero todavía. Pero, ¿los jugadores de segundo y tercer nivel? Es fácil imaginar a otros equipos teniendo que desembolsar más del doble de lo que, digamos, Soto y Hawkins obtuvieron, por peloteros del mismo calibrepor ejemplo, A.J. Pierzynski y Edward Mujica — en los próximos dos meses.
Como un novato que batea .400 la primera semana de la temporada, que el costo por victoria en la agencia libre luzca tan deprimido este receso de temporada es posiblemente un producto de la muestra pequeña, y como tal, probablemente estará cerca (si no es que excede) los $7 millones al final. De cualquier forma, es algo que vale la pena observar, conforme más agentes libres encuentren nuevos hogares este invierno.
Robinson Canó
