Premier tailandesa pide fin de protestas

La asediada primera ministra de Tailandia rogó el jueves a los manifestantes que han realizado las protestas más prolongadas en las calles de Bangkok en varios años que cancelen las manifestaciones y negocien un fin a la más reciente crisis del país.
 
Los manifestantes, liderados por el ex legislador Suthep Thaugsuban, han prometido derrocar el gobierno de Yingluck. Y aunque miles ocupan el Ministerio de Finanzas y están atrincherados en un amplio complejo de oficinas del gobierno donde acamparon durante la noche, no parecen contar con la cantidad de personas suficientes para sacar adelante sus exigencias sin más apoyo o una intervención judicial o militar.
 
«Por favor, cancelen las protestas por la paz del país», dijo Yingluck. «Les ruego a los manifestantes porque esto no mejora la situación».
 
Yingluck habló con los reporteros poco antes de sobrevivir cómodamente a un voto de censura. Los legisladores votaron 297 a 134 contra la moción, que nunca tuvo una oportunidad de salir adelante porque su partido y sus aliados tienen una cómoda mayoría en la Cámara de Representantes.
 
Las manifestaciones son el mayor reto al gobierno de Yingluck desde que asumió el poder hace dos años y medio en una elección que su grupo político, Partido de los Tailandeses, ganó por un amplio margen.
 
A pesar de superar el voto de censura, la mandataria está asediada por alegaciones de que es una marioneta de su hermano, Thaksin Shinawatra, ex primer ministro que fue derrocado en 2006 en un golpe militar.
 
Thaksin, quien vive en Dubai para no ir a prisión por una condena por corrupción que dice tiene motivos políticos, es una figura polarizadora en Tailandia, tanto que un intento infructuoso porque se aprobara una ley de amnistía en el Parlamento —que hubiera allanado el camino para su regreso— provocó las más recientes olas de protestas anteriormente este mes.
 
El domingo, más de 100.000 personas protestaron en Bangkok contra el gobierno de Yingluck. Y esta semana, decenas de miles se han congregado frente a numerosos ministerios, obligando al cierre de algunos y pidiendo a los empleados que se queden en casa. El jueves, Suthep estaba relajado en un amplio complejo de oficinas del gobierno, donde empleados civiles que lo apoyan posaron para fotografías con él.
 
Yingluck restó importancia a las manifestaciones, diciendo que «la toma de los ministerios es simbólica, podemos seguir trabajando, la burocracia sigue funcionando».

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