China dijo el miércoles que había vigilado dos bomberos estadounidenses B-52 desarmados que volaron sobre el Mar Oriental de China en un desafío a la reclamación de Beijing de un mayor control militar sobre la zona.
El vuelo del martes subrayó la afirmación de Estados Unidos de que no cumplirá las exigencias chinas de que los aviones que vuelen por la nueva Zona de Identificación de la Defensa Aérea deben identificarse y obedecer las instrucciones chinas.
Un comunicado del Ministerio de Defensa de China emitido el miércoles indicó que los aviones fueron detectados y vigilados cuando volaron dentro de la zona durante dos horas y 22 minutos. El comunicado no mencionó ninguna amenaza de tomar «medidas defensivas de emergencia» contra aviones que no obedezcan las ordenes, como expresó un comunicado al respecto el sábado.
«China tiene la capacidad de ejercer control sobre el espacio aéreo en cuestión», expresó el breve comunicado, atribuido a un portavoz no identificado del ministerio.
Estados Unidos dijo que el vuelo fue una misión de entrenamiento y que no fue en respuesta a la decisión china de afirmas su soberanía sobre varias islas deshabitadas controladas por Japón. Los dos B-52 despegaron de su base en Guam a eso del mediodía y estuvieron en la zona menos de una hora antes de regresa, dijeron funcionarios estadounidenses, quienes agregaron que los aviones no se tropezaron con ningún problema.
El vuelo ocurrió después que Jen Psaki, portavoz del Departamento de Estado, dijo que la decisión china pareció ser un intento de cambiar la situación en el Mar Oriental de China.
«Esto aumentará la tensión en la región y el riesgo de cometer un error de cálculo, confrontación y accidentes», dijo Psaki a los reporteros.
Estados Unidos, que tiene cientos de aviones militares en la región, ha dicho que no planea obedecer las exigencias chinas. De igual manera, Japón ha calificado de inválidas, inoperables y peligrosas las exigencias de China, mientras que Taiwán y Corea del Sur, aliados norteamericanos, también las rechazan.
No se espera que la decisión china de reafirmar sus reclamaciones territoriales sobre las islas provoque confrontaciones con aviones extranjeros. Pero si cabe dentro de un patrón de presionar sobre sus demandas y pudiera llevar a encuentros peligrosos, dependiendo de con cuánta fuerza las haga cumplir, y el nivel de cautela que use al interceptar aviones de Japón, Estados Unidos y otros países.
Aunque se espera que las actividades de cumplimiento se implementen poco a poco, Beijing tiene un historial de jugar a largo plazo y los analistas afirman que anticipan un aumento gradual de las actividades de interceptación.
