El Pequeño Santo Domingo va

Aunque hay muchos temas de gran trascendencia para la comunidad dominicana de la diáspora, como la planteada reforma inmigratoria y el nuevo seguro médico especialmente para la residente en el sur de la Florida, a veces hay que dedicarle tiempo a otros detalles no tan importantes, como por ejemplo lo del ya manido por aquí proyecto de bautizar con el nombre de Pequeño Santo Domingo un tramo de la avenida 17 del conocido sector de Allapattah.
 
Como residente por más de 20 años en la Florida, y siempre cerca de Allapattah no me extrañan los comentarios en contra y a favor de la iniciativa de varias entidades entre ellas la ciudad de Miami y en particular del comisionado por ese distrito, Willie Gort, por bautizar con ese nombre una parte de esa localidad.
 
Así ha sido siempre porque la “naturaleza criticona impenitente de nosotros los dominicanos” nunca está conforme. Ese espíritu crítico es buena cosa, aunque no siempre se acierte con el objeto de las objeciones planteadas.
 
Resulta que las críticas provienen de algunos comunicadores que vivieron, viven o han vivido de o en Allapattah y de otros más recientemente llegados por estos lares, que no estoy seguro que sepan donde se encuentra ese lugar y mucho menos conocen la catadura de los que allí viven y que lo único que parecen reflejar es desprecio y hasta algún modo de discriminación contra sus compatriotas en sus opiniones.
 
Dicho sea de paso es verdad que la mayoría de los habitantes de ese sector no son dominicanos, pero lo que sí es cierto es que el grupo que mas pequeños y vistosos negocios que operan allí si son propiedad de dominicanos y en ese detalle es que quienes promovieron el cambio de nombre al tramo comprendido desde la calle 28 hasta la calle 36 de la avenida 17, se fijaron.
 
También es verdad, pero tal vez a media, que hay mucha delincuencia y suciedad en las calles de Allapattah, pero si se observan los noticiarios de televisión nocturnos se comprobará que la ola de criminalidad y hasta suciedad en todo el Gran Miami, es generalizada. Es una crisis que tiene mucho que ver con la otra gran crisis: la económica y sus reflejos en la relajación moral de los responsables de dirigir sus municipalidades. Si no se advierte eso fíjense como han sido destituidos los alcaldes de Miami Lakes, Sweetwater, y Homestead, o los escándalos en Hialeah.
 
Dicho esto, creo que por no ser mayoría los que han opinado en contra y que tampoco los que estamos a favor, la decisión de las autoridades de Miami, hasta ahora, es que el Pequeño Santo Domingo va pese a todo, y si bien lo miramos con esto al final no se pierde nada, más bien se ganará algo, porque de acuerdo a lo dicho tanto por el comisionado como los funcionarios de la ciudad, que invitaron a las autoridades consulares a escuchar y ver su proyecto, habrán cambios favorables en ese tramo de Allapattah que mejorarán los ingresos económicos con la atracción de turistas, y eso, nunca ha sido malo.
 
Además esto de cualquier manera, es un homenaje a nuestra comunidad y en particular a los que residen en Allapattah que en su mayora son gente trabajadora, emprendedora y decente. Así que muchachos dejen que las cosas fluyan como deben ser.
 
El autor es periodista y vive en Miami

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