Asunción.- La masiva denuncia por nepotismo y prebendas contra numerosos legisladores paraguayos desatada por la prensa mantiene en un escándalo permanente al órgano legislativo de la nación sudamericana.
Una campaña llevada adelante por los medios de difusión durante semanas obligó a todos los organismos centrales del Estado a publicar la lista completa de sus trabajadores y directivos con los salarios que reciben y demás datos de su estado laboral.
El objetivo declarado fue demostrar el alto nivel de nepotismo existente, en el cual llevan la delantera los miembros del Poder Legislativo y dirigentes de los partidos políticos tradicionales, sin quedarse demasiado atrás los poderes Judicial y Electoral.
En el caso del Congreso, con excepción de la bancada del Frente Guasú y de algunos otros legisladores progresistas, el tiroteo periodístico alcanzó ya a decenas de diputados y senadores con abundante nómina de familiares, amigos y partidarios políticos.
Con nombres y apellidos aparecen también dirigentes partidarios que llegan, incluso en un caso impactante, a tener 38 familiares y personas cercanas ocupando cargos estatales por su recomendación y hasta sin trabajar en algunos de ellos.
Las primeras imputaciones legales se centraron en el senador Víctor Bogado, expresidente de la Cámara de Diputados, acusado de estafa por colocar en el Estado a su familia actual, exesposa y familiares de ella, la niñera de sus hijos y un par de modelos amigas.
Bogado deberá renunciar a su fuero parlamentario para ser juzgado y su caso se une, entre otras preferencias de la acción judicial, al de la diputada Perla Vázquez, cuya hija puede ir a la cárcel, pues cobra por cinco cargos distintos conseguidos por la legisladora.
Muchos otros congresistas señalados están en la lista de acusados y los próximos días demostrarán si la depuración llega a mejorar en algo el tradicional descrédito en el cual cayó la instancia legislativa.
