Guatemala.- El Estado guatemalteco afronta el desafío de invertir más en ciencia y tecnología, pues solo dedica el 0,05 por ciento del Producto Interno Bruto a esas áreas, con lo cual este país se ubica en la última posición de Centroamérica.
Con ese reto por delante, el Gobierno desarrolló recientemente el I Congreso Internacional de Ciencia, Tecnología e Innovación durante el cual se conoció que Guatemala apuesta por una transformación en el sistema de investigación en pro de incluir y beneficiar a la población.
«A partir de este año queremos hacer una transformación en el sistema de investigación porque estamos buscando estar al servicio de nuestro país», afirmó la titular de la Secretaría Nacional de Ciencia y Tecnología, Miriam Rubio.
Según expresó Rubio, el objetivo de este cambio es que las investigaciones a desarrollar se correspondan con la demanda de los diversos sectores y que se implemente una transferencia de desarrollo tecnológico que conlleve al bienestar de la población.
Como parte de las modernizaciones en ese sentido, mencionó el proyecto de telecentros para que los ciudadanos accedan a la información desde su comunidad o puedan recibir capacitación o educación a distancia.
Otra de las renovaciones, acotó, es promover la ciencia, tecnología e innovación en estudiantes de enseñanza media a través de proyectos investigativos.
Este evento surge de la fusión de la Semana Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación y Converciencia, encuentros realizados de 2005 al 2012.
Temas como la tecnología aplicada a los servicios de salud, la inversión y la transparencia gubernamental fueron abordados en el cónclave.
Una propuesta para transformar desechos sólidos en artesanía, pasatiempos o sistemas de riego ecológicos en Guatemala, fue presentada por el ingeniero agrónomo Prudencio Canil.
Estamos implementando un proyecto para aprovechar los desechos sólidos de un vertedero del noroccidental municipio de Chichicastenango, tras clasificarlos en orgánicos, inorgánicos y tóxicos, afirmó Canil al semanario Orbe.
Indicó que la iniciativa surgió hace apenas un año a partir de una investigación de la Facultad de Agronomía de la Universidad de San Carlos, y los objetos artesanales son confeccionados con recipientes y otros desechos, algunos de los cuales los revisten de aserrín.
Unos diseñan y otros ensamblan, acotó el egresado de la USAC, quien aspira a compartir experiencias como esta en otras partes del país.
También mostró un sistema de riego por goteo, elaborado con un envase de plástico, que permite que se consuma el agua de acuerdo a la necesidad de la planta.
«Hay áreas con pocos recursos hídricos y aquí traemos ejemplos para poder salir adelante con los cultivos y aprovechar el agua», manifestó al respecto.
Queremos divulgar los resultados en idioma español y el dialecto maya quiché, dijo.
vm/rs
*El autor es corresponsal de Prensa Latina en Guatemala
