Sebastian Vettel se sitúa a una sola victoria de las que tiene Fernando Alonso en su palmarés en el Gran Premio de Bélgica y rompe la barrera de las 2.000 vueltas lideradas en la Fórmula 1. Además, Raikkonen abandona y deja el récord en 27 carreras puntuando de forma consecutiva por un fallo en el sistema de frenos de su Lotus.
La enésima confrontación
A un paso. Los dos pilotos que se han repartido la mayor parte de los puntos en los últimos tres mundiales de Fórmula 1 se encuentran separados por tan sólo una victoria. El único que fue capaz de quitarle el trono a Michael Schumacher ha ido, con regularidad, aumentando su cifra hasta los 32 triunfos mientras que el piloto que ha roto todos los récords de precocidad ha seguido su huella. Con invitados, ellos están dominando una era. Ahora, Vettel tiene a tiro igualar las victorias de Fernando Alonso en un pulso más entre las mil batallas. Aquí, hasta decir basta uno nunca podrá sacar conclusiones frías y correctas. Lo cierto, sin embargo, es que Monza puede ser el lugar donde la balanza anivele las tensiones o la medicina cure enfermedades crónicas; puede ser el escenario para vivir una 32ª victoria para la confirmación o una 33ª para la rebeldía.
El fin a una regularidad anormal
Spa es mítico, pero también travieso. El circuito situado en medio del bosque de las Ardenas fue el lugar ideal para presenciar el momento en que se rompían en pedazos dos históricas rachas en la Fórmula 1 con un mismo protagonista. Kimi Raikkonen, que puntuaba sin abandonar en cada carrera que empezaba como si de lo más normal se tratara, vio como su récord terminó en la calle de boxes de Spa-Francorchamps. Ni el tiempo, ni los rivales, ni los errores, ni los muros; fueron los frenos.
