Pretoria.- Los elefantes, gigantes de las selvas por lo general pacíficos, atesoran características apasionantes como su prodigiosa memoria, el excelente olfato y la afición por degustar el licor favorito de las sabanas africanas.
De los paquidermos se dicen muchas cosas en el plano popular y casi siempre son asociados con grandilocuencias y torpezas ocurrentes. Un elefante rosado entró en la sala (para señalar algo que no puede pasar
inadvertido).
Elefantes en una cristalería y el elefante que se casó con una ratoncita (sin comentarios). Pero poco se habla de la inteligencia de este mamífero placentario y su devoción por la Marula, una fruta que crece silvestre en Africa y que produce deliciosos licores.
El origen de una bebida que ahora le da la vuelta al mundo y que el concurso internacional de Wine and Spirit de 2007 le confirió el título de Mejor Licor del Mundo, se asienta en Sudáfrica desde septiembre de 1989.
No hay un gran misterio, el Amarula representa el espíritu del continente y lleva al elefante como su símbolo más genuino, comentó recientemente Siobhan Thompson, manager general de Distell´s Liqueurs and Internacional Whisky.
La realidad histórica demuestra que la fruta verde en el árbol y amarilla al caer goza de notables tradiciones y en algunos sitios de Sudáfrica descuella por sus supuestas propiedades afrodisíacas, sobre todo en Limpopo y KwaZulu-Natal.
Se le conoce de dos formas, «El árbol del elefante» y «El árbol del
casamiento». En el primer caso por la fruición de los paquidermos para devorar el fruto, y en el segundo en virtud de sus incentivos afrodisíacos.
Al mismo tiempo, las mujeres embarazadas usan la corteza en polvo
para elegir el género de sus futuros hijos. Todos estos elementos reafirman el concepto de que la producción del licor Amarula no nació en Sudáfrica de manera fortuita.
Por añadidura, el «savoir-faire» de la nación arcoiris con los vinos, considerados entre los 10 mejores del universo, facilitó la aventura del Amarula.
Elefantes estresados
Indican las enciclopedias que el árbol de marula (Sclerocarya birrea) puede alcanzar los 18 metros de altura y produce un fruto esférico de dos a tres semillas, con olor semejante a la almendra. Es miembro de la familia del mango, el pistacho y el anacardo.
Los mastodontes de prolongada trompa hacen el trabajo para los demás, aunque disfrutan como ninguno. Sacuden la planta y digieren grandes cantidades de marula que según algunos nativos, los enloquecen a ratos.
Sin embargo, los científicos no creen que la marula tenga la capacidad de emborrachar a un elefante. Asimilan la fruta (con ocho veces más vitamina C que la naranja) y ciertamente pueden sentir algún efecto, pero leve. Tal vez monos y cebras salgan ebrios del festín.
Igual al César lo que es del César, o mejor dicho, al elefante lo que es del elefante. A estos animales con un cerebro de cinco kilogramos de volumen, se les debe el surgimiento del Amarula.
Primero los nativos sudafricanos de Limpopo y luego los investigadores comprobaron que los frutos al caer al suelo se fermentaban, con aumento de su dulzor y ciertos efluvios de alcohol.
Elaboración y propiedades
Las bodegas de la región de Stellenbosch, a poca distancia de Ciudad
del Cabo, son emblema de los reputados vinos de Sudáfrica, que se han
convertido en competidores casi al nivel de Chile, Argentina y Australia, y apenas por debajo de Francia, Italia y España.
Precisamente en Stellenbosch se separa la pulpa de la cáscara y la semilla, y se coloca en tanques de fermentación de temperatura estable. Para llegar a la producción, antes los nativos de las zonas donde se da la marula recolectan los frutos para su venta.
El licor de Amarula lleva apenas azúcar, nata y marula. Ya fermentado el vino, se destila en columnas y alambiques, para después pasar a dos años de añejamiento en barricas de roble.
Como colofón, se mezcla el líquido con crema fresca y azúcar para dar suavidad y un color similar al Baileys (licor irlandés con whisky), con un contenido alcohólico de 17 grados.
Los promotores del Amarula destacan las numerosas propiedades naturales del fruto que se cree se consume por los seres humanos desde hace por lo menos 10 mil años. Contiene antihistamínicos, produce una cerveza llamada Mukumbi y se usa como sustituto del café.
Últimamente el aceite de marula se emplea con fines cosméticos, es rico en antioxidantes y ácido oléico, y la madera tiene numerosas posibilidades para muebles y esculturas.
En fin, el elefante deja en claro que goza de un olfato impecable para detectar a sus congéneres y a la marula, y derrocha inteligencia también en sus papilas gustativas.
