La bestialidad, es brutalidad, irracionalidad, nos tiene en reflexión. La inseguridad, el dominio de las cualidades animales sobre las cualidades espirituales. Se perdió la cualidad humana, se teme saludar, se camina en suspenso.
En el año 1950 en la ciudad de Miami leí en una revista esta comparación: El hombre y la rata son los dos seres de la creación que más se parecen entre sí. Ambos son salvajes y feroces, matan por deporte, capricho o placer, estropean y destruyen. Atacan a las hembras y crías de su propia especie a diferencia de los demás animales. Son caníbales. Además su estiércol es venenoso y dejan tras ellas la enfermedad.
Nuestra óptica es que este ser humano es el que llamamos varón, el que se quedó en la materia, permanece en la posibilidad de ser hombre, muchos nunca llegan a serlo. No tienen conexión espiritual, compromiso con nadie. El espíritu no tiene la condición de conocer el valor de la persona humana. Su rostro muestra su actitud, la mirada es el desprecio, lo fraterno no existe en un alma solitaria llena de odio, es la gran bestia, sin razón que forja su mala intención, perversidad, ideas siniestras, funestas. Necesita de todo, es el alma más terrible, por ello asesina hasta por un celular.
Nuestro invitado de hoy. Solón: “A menudo el odio se disfraza con una careta sonriente y la lengua se expresa en todo amistoso, mientras el corazón está lleno de hiel”.
Meditabundo: Varón-bestia humana
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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