Es indiscutible que David Ortiz es uno de los jugadores más talentosos de su generación. El nueve veces Todos Estrellas y campeón de dos series mundiales con los Medias Rojas de Boston cuenta con un sinnúmero de laureles que lo colocan entre los mejores peloteros de su época.
El «Big Papi» es poseedor del récord de jonrones en una sola campaña en Boston con 54, y es uno de los mejores bateadores designados en la historia de Grandes Ligas, recientemente estableciendo la marca de mayor cantidad de imparables, agregándola a la de más dobles, jonrones y carreras anotadas y remolcadas por un designado.
No obstante, las habilidades del dominicano de 38 años no paran ahí. Ortiz se confesó ante las cámaras de ESPNDeportes.com y reveló dos talentos secretos: la cocina y la mecánica.
«Dime un dominicano que no le guste la carne, el arroz y las habichuelas! Pero yo hago lo que sea y le pongo sazón a todo», dijo el siempre sonriente Big Papi. «También me gustan mucho los carros, las piezas de auto, la mecánica, bregaba con eso cuando era más chamaquito en el taller de mi tío. Ahora mismo me siento en Miami y yo mismo armo mi carro!»
El vivaracho toletero dominicano también confesó ser apasionado de la música pop latina, aunque admitió que sólo tiene talento para cantar en la ducha.
«Me gusta mucho el Latin Pop, cuando estoy en mi casa tranquilo me gusta mucho escuchar la letra, lo que significa. Sé cocinar, meto mano ahí [en el campo] pero cantar no, no puedes ser bueno en todo!».
Ortiz es ampliamente reconocido por ser uno de los peloteros más amables y accesibles a la prensa a pesar de ser el rostro de la franquicia desde que ayudó a Boston poner fin a la sequía de 86 años sin campeonato de Serie Mundial en 2004, algo que admitió no ha sucedido por pura coincidencia.
«Considero que las puertas no solamente se me han abierto por lo que hago en el terreno, sino también por como yo interactúo con la gente fuera del terreno y eso me ha llevado a tocar territorio que no tiene nada que ver con el béisbol», dijo Ortiz, quien también es reconocido por la extensa labor benéfica que hace con su fundación, que cubre gastos de cirugías cardíacas para niños de escasos recursos.
Ya en el ocaso de su carrera, a los 38 años de edad y tras 17 temporadas en Grandes Ligas, Big Papi también se ha dedicado a orientar a los peloteros jóvenes que aspiren a tener una larga carrera en el «Big Show».
«[Quiero que me recuerden] como a un jugador que le interesaba que el juego mejore, por eso a todos los jóvenes que vienen le tiro su consejito porque lo del juego no es sólo llegar, sino mantenerse», concluyó.
Al finalizar la campaña pasada, Ortiz firmó un nuevo contrato por dos temporadas y 26 millones de dólares con los Medias Rojas, lo cual es considerado una confirmación que no vestirá otro uniforme por el resto de su carrera profesional, aunque no ha garantizado su retiro tras la temporada 2014.
