San José.- Tras una discusión salarial que terminó sin acuerdo entre el Gobierno y los sindicatos de Costa Rica, el primero decidió unilateralmente aplicar un aumento de 3,24 por ciento para el sector público, informaron medios locales.
Después de casi tres horas de discusión, los sindicalistas salieron descontentos con el Ejecutivo porque sus peticiones iniciales no fueron aceptadas, reportó el diario La Nación.
Esto es una burla, también nos pusieron excusas para no aprobar el incremento de un 2,5 por ciento adicional que pedíamos para los profesionales no calificados, que son los más afectados por el costo de la vida, expresó Beatriz Ferreto, líder sindical.
Inicialmente los gremios solicitaron un incremento salarial del seis por ciento para el segundo semestre del 2013, pero el titular de Trabajo y Seguridad Social, Olman Segura, respondió que ese aumento no era acorde a la realidad financiera del país.
Es un monto imposible, que no se ajusta a la realidad, nosotros cumplimos con el acuerdo de 2007, por el que nos comprometimos a hacer el aumento con base en la inflación acumulada del semestre anterior, que es este 3,24 por ciento, manifestó.
La medida subirá los sueldos de unos 297 mil funcionarios públicos a partir de la segunda quincena de agosto.
De ese modo, el alza para el segundo semestre de 2013 será de tres mil 200 colones -unos seis dólares- por cada 100 mil -unos 200 dólares-, definido así por el Poder Ejecutivo, sin la aprobación sindical.
El incremento de un 3,24 por ciento supone un gasto total de 80 mil millones de colones -unos 160 millones 360 mil dólares- para los próximos seis meses, que con el seis por ciento demandado por los sindicatos, habría sido de 151 mil millones de colones -unos 302 millones 680 mil dólares-.
Nosotros no somos los culpables de que no haya pasado el plan fiscal, no llegamos a ningún acuerdo porque esto es un reflejo del mal gobierno, expresó la representante gremial Xiomara Rojas, para quien es ridículo que les hagan perder el tiempo en este tipo de negociaciones.
Según adelantaron los sindicalistas, el descontento de los trabajadores con esa decisión unilateral se verá reflejado en las calles mediante una manifestación que organizarán para agosto.
