Todo gobernante es un político. Cuando prevarica, cuando miente, cuando engaña, cuando roba, cuando viola las leyes…En fin, absolutamente todo lo que haga o no haga un gobernante, todo lo que afirme o niegue, tiene significado y consecuencias políticas. Entonces, todo lo que se reclame por sus actos públicos a ese político en los tribunales, en los medios y en la calle, tiene inevitable carácter político. Por tanto, descalificar la acusación de Guillermo Moreno contra Leonel Fernández, bajo el alegato de que “tiene intenciones políticas”, es una imbecilidad para imbéciles.
