Washingtgon.- Directivos del Partido Republicano y del sector empresarial estadounidense presionan para derogar la ley de Asistencia Asequible (Affordable Care Act, ACA), sostienen comentaristas políticos y medios de prensa.
Esa legislación es considerada el principal logro del primer mandato del presidente Barack Obama.
El senador Mitch McConnell, líder de la minoría republicana en el Senado dijo en declaraciones que cita el diario The New York Times que «la única solución es derogarla», aunque otros miembros de esa agrupación política intentan introducir modificaciones al texto antes de que entre en vigor en 2014.
Pese a que es vista como un esfuerzo loable, al tratar de ofrecer cobertura de salud a todos los estadounidenses, muchos de los detractores de lo que es conocido como Obamacare, consideran que como fue redactado el texto dañará muchos intereses, en especial los del sector empresarial.
Los críticos de la medida argumentan que ninguna normativa con el alcance de lo acordado durante el primer mandato de Obama transitó hacia su aplicación sin cambios o ajustes conocidos como «correcciones técnicas».
Un Congreso polarizado, sin embargo, no parece ser el escenario adecuado para cambiar algunas de las directivas de la ley, lo que hace poco menos que imposible cualquier acción para acercar posiciones, estiman comentaristas políticos.
Según el Times, los republicanos quieren hacer que la normativa desaparezca, mientras los demócratas están reacios a abrir un debate sobre algo ya aprobado y que pueda afectarlos en un año electoral, por lo que es probable que Obamacare entre en vigor sin cambios.
Por otra parte, algunas empresas temen que la entrada en vigencia de la ley sin cambios puede ser su perdición.
Pero, los problemas no solo parecen preocupar a detractores de la Ley de Salud y algunos que simpatizan con la normativa también quisieran introducir correcciones y aclaraciones.
En ese amplio espectro que tienen su mente puesta en la entrada en vigor de ACA, como se conoce la ley por sus siglas en inglés, hay millones de indocumentados y personas de bajos ingresos que ven acercarse la posibilidad de acceder a un seguro de salud, aunque hay «problemas técnicos» que dificultan esa aspiración.
Lo que parece ser una realidad es que Obama no va a firmar un proyecto de ley para derogar la normativa, por lo que algunos de sus críticos y auspiciadores ven prudente hacer cambios antes de que los problemas dentro del documentos se conviertan en insolubles y lo entierren.
En términos generales, los detractores aspiran a su revocación y hacer los ajustes prácticos que permitan al «libre mercado» facilitar presuntas opciones de atención médica asequibles y eficaces, mientras tanto se pronostican escaramuzas para retener su financiación, bloquear estipulaciones clave y anular las regulaciones que la implementen.
