Algo se puede hacer para al menos alisar un poco aquellas “líneas de expresión” faciales, más comúnmente conocidas como arrugas.
La Mayo Clinic Health Letter hace una revisión de las alternativas para renovar la piel. Las terapias más suaves ofrecen resultados más modestos, pero también molestias y riesgos mínimos; mientras que las terapias más drásticas producen ventajas más pronunciadas y duraderas, pero los riesgos, molestias y tiempo de recuperación son mayores. Afortunadamente esta ecuación empieza a cambiar gracias a las nuevas tecnologías y técnicas menos nocivas que ofrecen resultados igualmente buenos para eliminar las arrugas.
A continuación se mencionan algunas alternativas:
Renovación por láser sin heridas (no abrasiva): la energía térmica del láser daña el colágeno que se encuentra bajo la piel y estimula el crecimiento de nuevo colágeno, lo que estira la piel subyacente y mejora el tono y apariencia de la piel. Este método requiere de una serie de tratamientos. Posiblemente se aplique una sustancia tópica para entumecer la piel y controlar el dolor, aunque podría no necesitarse nada. Después del procedimiento, la piel puede enrojecer o hincharse temporalmente, pero los pacientes pueden retomar sus actividades normales de forma inmediata.
Renovación por láser con heridas (abrasiva): el láser destruye la epidermis o capa externa de la piel y calienta la dermis subyacente, lo que conduce a la destrucción del colágeno antiguo y nacimiento del nuevo. Este procedimiento se realiza en un sitio quirúrgico. Por lo general, sólo se entumece la zona donde se realiza el tratamiento, aunque en ocasiones es necesario utilizar anestesia.
Durante unos días después del procedimiento, la piel lucirá en carne viva e hinchada, picará y dolerá. La recuperación en casa posiblemente lleve entre una y dos semanas, pero los resultados duran muchos años y suelen ser drásticos.
