Los resultados de un nuevo estudio indican que la anestesia aplicada localmente a los niños entre los 2 y los 6 años de edad podría interferir con el desarrollo de los cordales (las muelas del juicio). Es una buena noticia si se tiene en cuenta que muchos dentistas recomiendan extraerlos para evitar complicaciones.
A partir de los 6 o 7 años, todos comenzamos a pasar por un proceso en que los dientes de leche se van sustituyendo poco a poco por los dientes permanentes. Este cambio de dientes puede durar hasta los 12 o 13 años de edad. Los últimos en brotar son los cordales, conocidos también como los terceros molares o “muelas del juicio”. Se les dice así porque brotan alrededor de los 18 años, edad en la que las personas tienen más capacidad de raciocinio o juicio que durante la infancia. Debido a este brote tardío, los cordales no encuentran mucho espacio en la boca y entonces pueden adoptar una posición horizontal y presionar a otras muelas o al hueso de la mandíbula.
Si brotan torcidos o en ángulo pueden perjudicar a las piezas vecinas, haciéndolas más propensas a las caries y a la placa dental. Los cordales o muelas del juicio siempre resultan difíciles de cepillar y por supuesto, de alcanzar con el hilo dental, haciéndolos también más vulnerables y susceptibles a desarrollar caries (o picaduras). Esa es la razón por la que muchos dentistas u odontólogos recomiendan extraer las muelas del juicio para mantener la buena salud del resto de la boca y así proteger la alineación correcta del resto de los dientes.
En este sentido, parece que la anestesia local podría contrarrestar el desarrollo de los cordales. En un estudio realizado por la Escuela de Medicina Dental de la Universidad de Tufts, en Boston, Estados Unidos, se encontró que la aplicación de anestesia local en los niños a edad muy temprana podría interrumpir el desarrollo de sus terceros molares. La investigación incluyó a 220 niños que habían sido tratados en la clínica dental pediátrica de dicha universidad entre las edades de 2 y 6 años. A estos niños también se les tomó una radiografía dental a los tres años o después de esa edad, empezando con el primer tratamiento que recibieron en la clínica.
