Quito.- El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, definió entre los desafíos del país cambiar sin perder su identidad, mejorar la productividad, incorporar la ciencia y la tecnología, cambiar la matriz productiva, y acabar la sub-ocupación en el campo y la pobreza.
Los límites nos lo imponemos nosotros mismos, subrayó en su reciente discurso en una concentración por el Día Internacional del Trabajo donde recalcó que su gobierno es de los trabajadores y los próximos cuatro años serán de la Revolución Agraria en el país.
Hemos regulado los mercados y establecido un salario básico, recordó, que es mínimo para evitar un mal mayor que es el desempleo, pero ningún empresario puede declarar utilidades hasta haber pagado al último de los trabajadores un salario mensual digno, que es hoy de 360 dólares mensuales.
Cuando establecimos esa ley dijeron que iban a quebrar las empresas pero ninguna ha quebrado, comentó el máximo dirigente del mayoritario Movimiento Alianza PAIS, tras subrayar que el socialismo en el siglo XXI prioriza al ser humano sobre el capital.
Nadie ha encontrado una forma más digna y eficaz para combatir la pobreza que un salario digno y puestos de trabajo estables, con lo cual hemos destrozado la economía neoliberal que postulaba la explotación laboral, agregó Correa.
Se acabó la tercerización, el contrato por horas, recalcó, y el resultado es la tasa de desempleo más baja de América Latina, haciendo todo lo contrario que postulaba la economía neoliberal.
Somos el país que más puestos ha escalado (10 posiciones) en el índice de desarrollo humano según Naciones Unidas, de las cinco economías que más crece en América Latina y la que más reduce las desigualdades en la región, afirmó ante miles de trabajadores.
Renegociamos la deuda externa, porque este gobierno no responde a los acreedores, y se les acabó la fiesta, dijo. Hoy tenemos contratos de prestación de servicios petroleros, el petróleo es nuestro, acotó, le pagamos un precio justo y el resto es para el pueblo ecuatoriano.
La recaudación de impuestos la hemos más que duplicado, ahora sí oligarquía y empresarios saben que tienen que pagar impuestos, y precisó, eso se traduce en carreteras, colegios, hospitales, servicios para el pueblo y es el motor del avance social estos años.
Antes aquí mandaban los banqueros, el fondo monetario internacional, la burguesía, pero no mandaba el pueblo, dijo Correa. Ahora el que más tiene más paga y hay que cumplir las obligaciones tributarias para darle igualdad de oportunidades a todos.
Es imposible en el siglo XXI negar los mercados, pero una cosa es una sociedad de mercado donde el trabajo humano es una mercancía más, a considerar una sociedad justa con mercados controlados donde se elimine la inequidad, señaló el Jefe de Estado.
