Mark Webber saldrá último en la carrera del Gran Premio de China que se disputará en el circuito de Shanghái. El australiano tuvo que parar el monoplaza en una escapatoria por falta de combustible en el deposito de su Red Bull RB9.
Después de más de dos horas tras terminar la calificación del sábado, los comisarios del Gran Premio de China, han decidido sancionar a Mark Webber y retrasarle hasta la última posición de la parrilla de salida.
El australiano ha tenido que detener su monoplaza duarante la Q2, la segunda ronda calificatoria, después de un problema en la bomba de combustible. Red Bull ha ordenado a Mark Webber detener su monoplaza, pero ya simplemente tenía 150 mililitros de gasolina en su depósito.
Según la normativa, todos los pilotos deben regresar a boxes con al menos un litro de combustible, para que los comisarios puedan analizarlo y comprobar que está dentro de los parámetros que dicta la normativa.
El coche número 2 no pudo llegar a boxes por sus propios medios y no proporcionó la muestra de combustible necesaria. El equipo admite que no había puesto suficiente gasolina en el coche. Tal como especifica delegado técnico (Documento 21), sólo había en el depósito 150ml de combustible, que es insuficiente para llegar a boxes y proporcionar la muestra de 1 litro.
Por lo tanto, Mark Webber saldrá último. Pierde la posición 14 en la que se encontraba tras la calificación y deberá salir detrás de Giedo van der Garde.
Este incidente ha hecho que se levante la sospecha sobre si el problema técnico ha sido premeditado por parte de Red Bull. En las últimas semanas el ambiente en el equipo ha estado caldeado y en Milton Keynes parecen haberse posicionado del lado de su tricampeón del mundo. De haber querido perjudicar al australiano, no lo habrían hecho de forma tan llamativa. Sea premeditado o no, la sombra de la sospecha envuelve a la escudería y es un accidente que reaviva la polémica y ensucia la imagen del equipo austriaco de cara a los aficionados.