La Habana.- Para defender la esperanza de que es posible vivir con calidad a pesar de ser una persona discapacitada se trabaja día a día en Cuba en instituciones como la Escuela Especial William Soler, afirmó hoy su directora Luisa María Cuevas.
«Estamos convencidos de que a pesar de tener discapacidades de alta complejidad, nuestros estudiantes pueden desarrollarse, tiene ese derecho como seres humanos; por eso nos esforzamos tanto en este centro que es apenas uno de las muchas escuelas especiales de todo el territorio nacional», declaró a Prensa Latina.
La institución se especializa en tratar a niños, adolescentes y jóvenes (cero a 21 años) sordos y ciegos a la vez, y también lo que ellos llaman con discapacidades múltiples, lo cual implica una combinación de limitaciones con otras como el autismo o el síndrome de Down.
La interacción educativa con personas de este alto grado de discapacidad demanda del personal docente una enorme dedicación, el cual asciende a 28 especialistas, explica la directora.
«Nosotros tenemos que apelar a una gran imaginación y creatividad en aras de encontrar diferentes vías que nos permitan obtener de ellos lo mejor, porque nuestro propósito es prepararlos para la vida con el objetivo de lograr insertarlos de alguna manera en la sociedad», argumentó.
En este sentido, explicó, cuando matriculan se les realiza una evaluación integral para definir sus necesidades y potencialidades, y a partir de ahí se diseña un plan individualizado, lo cual no significa que trabajen por separado.
«Cada alumno de esta escuela, que en estos momentos suman 23 en la modalidad permanente, tiene características muy propias, pero la atención individualizada se le proporciona en el contexto del grupo, porque también nos interesa que aprendan a relacionarse», aclaró.
Además de la matrícula permanente, la institución da seguimiento actualmente a otros 36 discapacitados mediante otras modalidades como la visita a la casa o a quienes cursan estudios en otras escuelas, especificó. Según la máster en Educación Especial, las actividades realizadas se encaminan a desarrollar habilidades en los estudiantes, con énfasis en aspectos como el lenguaje y las competencias para la transición hacia la vida adulta.
También implementan proyectos de conjunto con otras instituciones, de los cuales Cuevas destacó uno con el Acuario Nacional, pues para los niños y las familias resulta muy estimulante interactuar con delfines, lobos marinos, y realizar labores de ayuda en la limpieza de peceras.
La directora resaltó los programas que se realizan de conjunto con las familias con vistas a acompañarlas en el proceso de educación de sus hijos.
Atender a personas con discapacidad constituye una prioridad en la isla, lo cual se corrobora con la labor de las escuelas especiales, que en el curso 2010-2011 tuvieron una matrícula de casi 40 mil estudiantes, según fuentes oficiales.
Asimismo, se trabaja en la actualización para el periodo 2013-2016 del Plan de acción nacional para atender a personas discapacitadas.
Estas informaciones están recogidas en el Informe que Cuba presentará el primer de mayo ante el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, como parte del Examen Periódico Universal (EPU).
