En medio de dolor y profundas incógnitas, familiares y allegados fueron sepultados este martes en la Base Aérea de San Isidro los cadáveres de los pilotos que el pasado domingo fallecieron durante un show aéreo en el Malecón, primer teniente Rafael Eduardo Sánchez Astacio, de 27 años, y del segundo teniente Carlos Manuel Guerrero, de 25.
Los oficiales fallecidos fueron honrados con el pasaje aéreo de los supertucanos y el disparo de 21 salvas.
Durante el sepelio, familiares de ambos militares resaltaron las virtudes de estos, al tiempo que los presentes no podían contener las lágrimas.
Aunque fueron velados por separado descansarán uno junto al otro, tal y como pasaron parte de su corta carrera.
El jefe de Estado Mayor de la Fuerza Aérea Dominicana, mayor general Hernández, estuvo acompañando a los familiares y destacó que los pilotos tenían suficiente experiencia en aviones Pillan, nave valorada en más de un millón de dólares.
El alto oficial reiteró que la institución que dirige no abandonará a ambas familias.
