El procurador general de la República, Francisco Domínguez Brito, prometió referirse en un tiempo prudente sobre las denuncias realizadas por el asesor del Poder Ejecutivo en Materia de drogas, Marino Vinicio-Vincho-Castillo, en el sentido de que agentes del Buro de Investigaciones Federales de Estados Unidos (FBI, por sus siglas en inglés), haría maniobras ilegales en territorio dominicano.
De acuerdo con Vincho Castillo, agentes del FBI interrogaron a dos domésticas en un destacamento de La Romana a dos domésticas dominicanas, sin la presencia de representantes del Ministerio Público.
De acuerdo con el presidente de la Comisión de Ética Pública, los interrogatorios fueron realizados a las mujeres que laboreaban en la residencia del médico dominicano Salomón Mergen, envuelto en un escándalo de fraude al Gobierno norteamericano junto al senador estadounidense Bob Meléndez.
Pese a prometer referirse en lo adelante sobre el caso, el procurador Domínguez Brito recordó que República Dominicana tiene convenio para permitir que en su territorio se permita a organismos internacional indexar sobre determinado caso sin el auxilió del Ministerio Público, aunque no aclaró que el escándalo Meléndez-Mergen entra en ese protocolo.
