En víspera de la Semana Mayor en que el mundo cristiano celebra la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús, recibimos la información de la visita que hiciera al país el ex presidente de los Estados Unidos, Bill Clinton, específicamente al proyecto de energía eólica Los Cocos, en la provincia de Pedernales, al sur lejano y fronterizo con el vecino Haití.
Aunque la publicación, acompañada de fotografías en el lugar, no señale el día de la visita, lo cierto es que ha sido toda una sorpresa que el ex mandatario norteamericano estuviese allí.
Quizás para muchos este paseo haya pasado desapercibido y quizás se considere que su presencia ha sido ingenua solo para observar los enormes y atractivos molinos de viento que ya hoy exhiben sus frutos prometidos: paliar el amplio déficit energético que sacude toda la región Sur del país, y más la zona fronteriza.
Y pudiera resultar extraño que llegara a esta parte de la República Dominicana, pues recordamos que él y su esposa, la ex secretaria de Estado Hillary Clinton, son asiduos visitantes a las zonas turísticas Casa de Campo y Punta Cana. Amigos entrañables de los empresarios hoteleros y promotores turísticos de la región Este del país.
Desde que ocurriese el terremoto en Haití, el 12 de enero del 2010, Clinton se ha convertido en padrino de la empobrecida nación. Promueve la inversión, promueve que organismos internacionales apoyen los proyectos de desarrollo en distintos aspectos y promueve políticas públicas para beneficiar a su gente, al pueblo en sí. Este desprendimiento, esta labor altruista y obra de amor hacia los más necesitados es digno de admiración y respecto, y se ha ganado el mío.
Pero como no se han ofrecido detalles del paseo o visita de Bill, como cariñosamente también se le llama al carismático ex inquilino de la Casa Blanca al proyecto Los Cocos, y como decimos por aquí, “a falta de pan, casabe”, me voy a atrever a señalar que su presencia en el lugar está intrínsecamente ligada al convenio energético que firmaran a principios de este año, el director de la Comisión Nacional de Energía, Enrique Ramírez; y el ministro de Seguridad Energética de Haití, René Jean Jumeau.
El referido acuerdo es el primer paso para conectar los sistemas de energía de ambas naciones, y dizque el mismo aumentaría la seguridad energética tanto de la República Dominicana como de Haití, esas informaciones fueron publicadas por la prensa al ser firmado el acuerdo donde hubo otros invitados como funcionarios del gobierno del vecino Haití.
También se dio a conocer que tras la firma, los suscribientes adelantaron que el progreso de la interconexión dependerá de una definición clara del proyecto, acceso a financiamiento, así como del comportamiento de las relaciones técnicas y sociales entre ambos países.
De todas las cosas que se dijo y que se anunció en el acto, la parte que más ha llamado mi atención fueron las palabras de Martínez quien indicó que uno de los grandes beneficios de la interconexión es la seguridad energética. “Si ocurre cualquier problema en un país, el servicio energético puede ser suplido por el otro. Además se amplía el mercado, ya que cualquier sistema de generación dominicano que tenga excedentes puede vender energía a Haití y viceversa”.
. O sea, los dominicanos estamos obligados a mantener impecables las relaciones sociales y técnicas con nuestros vecinos. ¿Y qué hemos hecho a lo largo del camino?.
El señor Clinton ha venido a observar el proyecto Los Cocos, quizás esté interesado en que en la nación que apadrina se instalen iguales proyectos eólicos, quizás haya venido a procurar detalles del acuerdo, ó, quizás, ¿Qué?. ¿A qué ha ido a Los Cocos?.
¿Qué pasará luego?, creo que el asunto es bastante delicado, no es tan simple.
¡Por Dios!, es que necesito que alguien me explique lo de seguridad energética ¿Haití ofrece acaso seguridad en algo, en las condiciones en que se encuentra actualmente? ¿Estaríamos los dominicanos seguros con un sistema energético interconectado con una nación como Haití, devastada por un terremoto hace 3 años, amén de los conflictos y crisis que se producen cuando menos se esperan?.
La República Dominicana no ha resuelto el problema energético casi centenario, el cual empeora cada cierto tiempo en que se espera una mejoría, con entradas y salidas de plantas, anuncios de compras de otras, acuerdos entre edes y renegociación de contratos, y a todo se añade prolongadas interrupciones en los llamados circuitos 24 horas, y para rematar el caos en el sistema, ahora con la firma de un convenio vamos a quedar interconectados con los vecinos.
El presidente Danilo Medina debe deshacer el convenio hasta tanto se ofrezcan claras “explicaciones” o “explicaciones convincentes”.
Los dominicanos debemos tener ojos abiertos ante el seguimiento de tal convenio, a no ser que un día amanezcamos sin energía eléctrica y quizás sin ninguna posibilidad de restablecimiento, y en medio del caos los congresistas decidan revisar un acuerdo que al parecer no ha pasado o no tenía que pasar por sus manos ni por ninguna otra que pueda ventilar el daño que el mismo ocasionaría a la isla por completo, y en especial a los de la parte española, si el mismo ha de materializarse.
