Las bebidas energéticas se han convertido en una especie de ritual para los adolescentes. Las toman de día y de noche, para no dormirse y poder seguir con sus actividades diarias y sus fiestas que nunca terminan. Además, las mezclan con alcohol sin saber que esta mezcla puede ser fatal.
La diversión de los adolescentes hoy en día, es algo seria. Se trata de jornadas maratónicas de eventos por la mañana, por la tarde y fiestas que van hasta la madrugada. Como dicen por ahí, “no hay cuerpo que lo resista”. Por eso, muchos adolescentes en el afán de mantenerse despiertos y disfrutando de las fiestas, muchas veces seleccionan medidas que resultan bastante peligrosas para la salud. Una de ellas es la de mezclar el alcohol con bebidas energéticas como RedBull y RockStar, que son los nombres con los que se conocen algunas de ellas.
La mezcla es tentadora y además, está al alcance de cualquiera. En todas las licorerías y los bares se venden las bebidas energéticas que además tienen colores y nombres llamativos y las ofrecen como una alternativa para poder tener ‘baterías’ o energía por más tiempo en las fiestas nocturnas. El problema está en que esas mezclas que algunos piensan que son inofensivas como el vodka con el RedBull, pueden causar intoxicaciones graves, pérdida del conocimiento y hasta la muerte.
Quienes se exceden con este tipo de combinación peligrosa entre un estimulante (las bebidas energéticas que contienen un exceso de cafeína) y un depresivo natural (alcohol) también pueden sufrir de problemas cardíacos serios. Una investigación recientemente publicada en la revista Pediatrics in Review, confirma que combinar estas bebidas con alcohol puede causar palpitaciones, hipertensión, obesidad y otros problemas severos en los adolescentes.