Francisco opta por la sencillez y sobriedad

El papa Francisco, hijo de Latinoamérica, quiso mostrar la sencillez y la sobriedad que le caracterizan antes y durante la misa del inicio del Pontificado.

Aunque la ceremonia se realizó siguiendo los rituales tradicionales, en un trono bajo un toldo de terciopelo rojo, grandes alfombras, el Papa recibió un palio (una tela de lana color crudo, símbolo de su ministerio), idéntico al que usó Benedicto XVI, algunos detalles marcaron la diferencia.

Unas de las actitudes destacadas por la prensa y los fieles fue que Francisco no quiso utilizar el conocido papamóvil, de vidrios blindados, y eligió un jeep blanco descapotable que le permitiera acercarse a la gente, aunque poniendo en aprietos a los agentes de seguridad.

En cuanto a la vestimenta, el Papa prefirió usar una casulla blanca, de diseño simple y líneas rectas, y una discreta mitra (especie de gorro con dos puntas en la parte superior). El atuendo contrastó con el de Benedicto XVI que optó, en 2005, por el color dorado brillante tanto en la casulla como en la mitra.

El otro símbolo del papado, el anillo del Pescador que le entregó el cardenal decano, Angelo Sodano, no fue fabricado en oro, sino que es una reproducción en plata, bañada en oro. Jorge Bergoglio se inclinó además por el diseño sobrio de Giovanni Battista Montini, el Papa que llevó a término el Concilio Vaticano II.

Además, Francisco dejó claro ayer que no calzará los tradicionales zapatos rojos que hiciera famosos Benedicto XVI. En la ceremonia de ayer se le vio con calzados negros. El Papa tampoco lucirá el camauro, el antiguo sombrero de terciopelo rojo forrado de armiño (sintético), que lucía Ratzinger.

Un estilo propio

El nuevo Papa tiene un estilo propio. El periódico El País de España explica que Francisco sigue residiendo en la suite de la Casa Santa Marta, un hotel destartalado y nada lujoso, que se construyó por orden de Juan Pablo II para albergar a los cardenales en los cónclaves.

La noche de su elección cenó allí con los 114 purpurados que participaron en la elección, la mayoría de los cuales —un centenar, según el diario italiano La Repubblica— le escogieron para que dirigiera a la Iglesia e hiciera frente a los retos que plantea el siglo XXI.

El papa Francisco no ha querido romper con su vida anterior, hasta tal punto que tanto el lema y el escudo como Pontífice, dados a conocer el lunes, son básicamente los mismos que tenía como arzobispo de Buenos Aires. Tan sólo ha cambiado los elementos que lo coronan para incluir los papales.

“Miserando atque eligendo” (Lo miró con misericordia y lo eligió) es el lema escogido por Francisco para el escudo papal, en el que ha integrado el emblema de la Compañía de Jesús, a la que pertenece, sobre un sol radiante.

En líneas esenciales, el Papa ha conservado su escudo de obispo, al que ha añadido los símbolos de la dignidad pontificia y la mitra colocada entre las llaves de plata y oro, entrelazadas con un cordón rojo.

En la parte alta del escudo se encuentra el emblema de la Compañía de Jesús: un sol radiante amarillo con las letras en rojo “IHS”: “Jesús, Hombre y Salvador”. Sobre la letra H se observa una cruz en punta.

Recorrido en vehículo sin vidrios blindados

El papa Francisco recorrió ayer la plaza San Pedro del Vaticano, en un jeep blanco descapotable, sin barreras que le impidan bajar con facilidad del vehículo y sin los vidrios blindados del conocido papamóvil.

Francisco rompió el protocolo y bajó del jeep, matrícula SCV 1, para saludar con un beso a un hombre cuadripléjico, ante la emoción de los fieles.

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