El presidente Barack Obama rechazó la noción de que un papa estadounidense estaría demasiado alineado con el gobierno en Washington.
Los obispos católicos en Estados Unidos «no parecen estar recibiendo órdenes mías», afirmó el mandatario, al tiempo que consideró que un papa de origen estadounidense sería tan efectivo como líder de la Iglesia católica como uno proveniente de cualquier otro país.
Los cardenales están reunidos en el Vaticano para elegir un nuevo papa. Ningún estadounidense ha sido pontífice y a algunos purpurados les preocupa que las acciones de un papa proveniente de Estados Unidos pudieran ser interpretadas como de servicio a Washington en lugar de a la lglesia.
En una entrevista con ABC News difundida el miércoles, Obama agregó que el nuevo líder de la Iglesia católica tendrá un «impacto tremendo y positivo sobre el mundo».
