El piloto alemán ha resuelto sus problemas para adaptarse al monoplaza de Sauber, después de que en Jerez descubriese que sus pies eran demasiado grandes para los pedales del C32. Así, Hulkenberg cambia de zapatos y ya no será necesario modificar el chasis.
El estreno de Nico Hulkenberg con el Sauber a principios de este mes no estuvo precisamente exento de preocupaciones, ya que fue entonces cuando el equipo descubrió que las botas del piloto alemán eran demasiado grandes para caber en el espacio de los pedales e impedían que este pudiese apoyar cómodamente los pies y -por lo tanto- pilotar sin problemas. Hulkenberg salvó la situación como pudo en Jerez cortando -literalmente- parte de la punta y el talón de su bota para que cupiese en el habitáculo; pero el problema, mucho más importante de lo que parece a priori, ha traido de cabeza a los miembros de la escudería suiza.
Lo cierto es que el piloto de 25 años es uno de los más altos de la parrilla -con 1,85 metros de estatura- y, en principio, se temió que los diseñadores del Sauber C32 no hubiesen tenido en cuenta su envergadura a la hora de proyectar el monocasco, lo cual suponía un problema importante, ya que a estas alturas el monoplaza no podía ser rediseñado. El motivo que llevaba a pensar que el error debía de estar en el coche es que Hulkenberg no había tenido ningún problema de este tipo anteriormente en Force India… sin embargo, y por fortuna, la explicación ha resultado ser mucho más sencilla. Parece ser que el error se encontraba en el calzado escogido para pilotar el Sauber, que no era el adecuado; un problema que, según ha confirmado el propio piloto, ya está subsanado.
El problema era simplemente que no teníamos el tamaño de botas correcto. Ahora tenemos las correctas y encajan bien. No necesitamos cambiar el chasis.
Desde luego, la solución se ha notado estos días en Montmeló, donde Hulkenberg se ha mostrado mucho más contento y seguro con el monoplaza. Ayer, sin ir más lejos, ya logró el segundo mejor tiempo de toda la jornada.
