Pasan de 60 muertos por bomba en mercado pakistaní

Islamabad (PL).- A 63 ascendieron hoy los muertos por una poderosa bomba que estalló la víspera en un mercado frecuentado por la comunidad chiita en Quetta, capital de la suroccidental provincia de Baluchistán.

Un funcionario policial indicó que entre las víctimas mortales y los más de 180 heridos hay una gran cantidad de mujeres y niños.

Peritos determinaron que el artefacto, activado por control remoto, contenía entre 800 y mil kilogramos de materiales explosivos y estaba oculto junto a un tanque de agua emplazado en un área con una alta afluencia de público, en su mayoría miembros de la comunidad chiita de los hazara.

La explosión dejó un cráter de aproximadamente dos metros de ancho y cuatro de profundidad y destruyó unos 60 establecimientos, bajo cuyos escombros quedaron atrapadas decenas de personas, señalaron.

En un primer momento las operaciones de rescate fueron entorpecidas por un cordón de iracundos hazaras que intentaron impedir el paso de los bomberos y la policía, apuntó una televisora local.

El gobernador de la provincia, Nawab Magsi Zulfikar, decretó el domingo día de luto, mientras el grupo chiita Majlis-e-Wahdat-e-Muslimeen convocó a una huelga para protestar por la desidia del gobierno en la protección a esa minoritaria comunidad musulmana.

El presidente Asif Ali Zardari y el primer ministro Raja Pervez Ashraf condenaron el sabotaje y ordenaron dar la mejor asistencia médica a los heridos.

Debido al grave estado de algunos de estos, fuentes hospitalarias dieron como posible un aumento de las víctimas mortales.

La bomba de este sábado fue el segundo gran atentado a los chiitas en lo que va de año, pues el 10 de enero 86 murieron y más de 120 resultaron heridos cuando en un corto lapso dos artefactos explosivos estallaron en un salón de billar en Quetta.

En Baluchistán son frecuentes los choques entre grupos extremistas sunitas y chiitas que solventan desde la violencia sus diferencias respecto al verdadero sucesor del profeta Mahoma, un cisma que data del siglo VII.

La provincia también es un importante bastión talibán y desde el 2004 se ha visto conmovida por el accionar de un movimiento armado que exige la autonomía política de la región, rica en gas, cobre y oro.

Atrapadas entre varios fuegos, pues a veces también son víctimas del ejército, de los paramilitares y de una milicia local antitalibán, unas 10 mil familias baluchis han buscado refugio en otras zonas del país.

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