Túneles y elevados empeoran tránsito en Kennedy y 27 de Febrero

Los elevados, túneles y ampliaciones de vías construidas por el pasado gobierno en las avenidas John F. Kennedy y 27 de Febrero, con el propósito de agilizar el tránsito vehicular en el Distrito Nacional, en vez de lograr este objetivo, han acrecentado los taponamientos en las horas picos. La megaobra tuvo un costo de unos 250 millones de dólares.
 
En opinión de los conductores, antes de dichas construcciones, el desplazamiento por la John F. Kennedy era más ligero y duraban menos tiempo para trasladarse de un punto a otro.
 
Entre las 6:30 a 9:00 de la mañana moverse desde el kilómetro 13 de la autopista Duarte, hasta la avenida Winston Churchill, kilómetro 6 ½ de la Kennedy, tarda cerca de una hora, distancia que con un tránsito normal se recorrería en unos tres minutos.
 
En el referido trayecto, el taponamiento inicia exactamente en la avenida Monumental y se extiende hasta el kilómetro 9, para luego reorganizarse previo a la rampa del elevado de la Núñez de Cáceres, ocupando por completo el desnivel de la Doctor Fernando Defilló y todos los carriles tradicionales hasta más allá de la Churchill.
 
Los puntos más críticos los constituyen los cruces de las avenidas: Monumental, Los Beisbolistas, o carretera de Manoguayabo, la terminal del kilómetro 9, la Núñez de Cáceres, Defilló y Churchill.
 
Pero el dolor de cabeza no concluye al cruzar la avenida Churchill, puesto que a partir de esta intercepción el taponamiento se hace más denso y lento, pese a los esfuerzos de los agentes de Amet, que han delimitado los carriles para evitar la imprudencia de algunos conductores que tratan de bloquear el avance de otros.
 
En este punto, la hilera de vehículos que parte desde el kilómetro 9 de la autopista Duarte, cruza la Churchill para luego adueñarse de los elevados de las avenidas Abraham Lincoln, Lope de Vega, Tiradentes, Ortega y Gasset, y el desnivel de la Máximo Gómez, para seguir hasta la V Centenario.
 
Igual situación se verifica en sentido contrario, entre las 4:00 de la tarde y las 8:00 de la noche.
 
De acuerdo a la opinión de los choferes, al construir el denominado Corredor Duarte, no se tomaron las previsiones de lugar, porque a su juicio, en el caso de la autopista Duarte y la avenida Kennedy, se debieron habilitar más carriles, tanto en la vía habitual como en los elevados.
 
El Corredor Duarte es considerado una de las obras de infraestructura y agilización de tránsito vehicular más importante para el Distrito Nacional y la provincia Santo Domingo. Seis elevados están diseñados para agilizar el tránsito en las referidas ciudades.
 
Su objetivo era desarrollar una solución vial integral en las intersecciones intervenidas y su entorno; pero, al parecer los cálculos han fallado, a juicio de conductores que cada día la utilizan para movilizarse a sus centros de trabajo u estudios.
 
Según los análisis del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), 800 mil unidades se desplazan a diario por las principales intersecciones y arterias que atraviesan la ciudad de Santo Domingo, y constituyen el enlace con la Autopista Duarte.
 
Al diseñar su construcción se pensó en un mejoramiento de las condiciones y capacidad del sistema de tránsito de Santo Domingo y facilitar el desplazamiento de más de 800 mil vehículos por los cruces de la Autopista Duarte con Carretera de Manoguayabo y Avenida Monumental; Avenida John F. Kennedy con Avenida Núñez de Cáceres y calle Dr. Fernando A. Defilló; Avenida 27 de Febrero con Avenida José Ortega y Gasset y Avenida Charles de Gaulle con Autopista de San Isidro.
 
Opinión de un experto
 
Para el arquitecto Erick Dorrejo, según explica en un artículo publicado el 30 de agosto de 2012, en el periódico Diario Libre, el aumento de la velocidad no puede ser el único beneficio al insertar este tipo de infraestructura en la ciudad; ya que su ubicación céntrica, requiere que las mismas puedan generar en su entorno ambientes más humanos, que puedan compensar la fisura que han producido en los territorios urbanos donde son localizados.
 
“Esto puede lograrse a través de la creación de un sistema de parques urbanos a lo largo de todo el corredor, con la ampliación de las aceras laterales, la colocación de una iluminación especial, la generación de un circuito de actividades urbanas y el acondicionamiento del sistema vial, creando una serie de vías para el transito lento (local) y otras para los desplazamientos rápidos (de un punto a otro de la ciudad).
 
“De todas maneras, con la eventual conclusión de esta primera fase, ya han sido anunciados los posibles proyectos que formarán parte del Corredor Duarte 2, el cual estará compuesto por un conjunto de túneles y elevados localizados, tanto en el Distrito Nacional, como en la provincia de Santo Domingo; ante este escenario el momento es oportuno para diseñar una propuesta que defina un gran proyecto integral, que solucione de manera definitiva el caos existente en el sistema de movilidad urbana del Gran Santo Domingo”.
 
Obras Públicas diseña solución
 
Entre tanto, el ministro de Obras Públicas, Gonzalo Castillo, apuntó que están trabajando para ver cómo logran descongestionar el tránsito por los túneles y elevados de las avenidas John F. Kennedy y la 27 de Febrero, para lo cual ya están haciendo los diseños de ingeniería.
 
Agregó que esos estudios se están elaborando previendo lo que será el movimiento vehicular dentro de 10 años por estas vías.
 
No obstante, entiende que los taponamientos en estas dos arterias se han acrecentado porque el parque vehicular sigue creciendo. Reconoció que el Corredor Duarte es un conjunto de obras que en su momento fueron correctas y muy importantes, ya que han cumplido con su cometido, pero ahora debe pensarse en otra solución.

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