Ante una multitud cercana al millón de personas, fue juramentado como el Presidente 45 de los Estados Unidos de América, Barack Huseim Obama, en la Quincuagésimo Séptima Ceremonia de Toma de Posesión Presidencial en la historia de ese país.
Decenas de miles de políticos, invitados especiales, funcionarios, diplomáticos, legisladores, artistas, militares, cineastas, académicos, empresarios y ambientalistas, pudieron ver de cerca al Presidente de la nación más poderosa del planeta dirigirse a su pueblo con aire de optimismo y seguridad, al hacer esbozo de las medidas y acciones que llevaría a cabo en su nuevo mandato presidencial.
En un concentrado discurso que apenas rebasó los quince minutos de duración, fue notorio el afán de hacer llegar a las gentes presentes y al mundo, las que serían las estrategias, objetivos y metas de su nuevo gobierno, enfocado esta vez a lograr el anhelado “Sueño Americano”, concepto que data del Siglo XVI, asumido como “línea programática” a partir de 1931, por varios gobiernos de ese país.
Evidentemente, que las próximas actuaciones del Presidente Obama a ejecutar, serán decisivas y marcan un reto trascendental a su imagen personal y su trayectoria política en el porvenir, las cuales repercutirán, tanto local como internacionalmente, trascendiendo a países más allá de sus límites geográficos, de manera especial en los enmarcados dentro de la órbita de la Unión Europea, ejemplo de los cuales son Grecia, España, Portugal, Francia, Italia, Bélgica, muchas de las cuales fueron modelos de desarrollo en épocas pasadas, pero que como infortunio de la vida, hoy han caído en una especie de desestabilización económica, política y social, que ha sorprendido al mundo, las cuales presagian negros nubarrones y acontecimientos impredecibles.
Esta situación internacional y el acontecimiento de problemas locales de diferente naturaleza, como el narcotráfico, la corrupción bancaria, el déficit fiscal, la deuda billonaria, la inmigración, la salud, la deficiente educación y el cambio climático, muchos de los cuales fueron considerados como prioritarios en el Programa de Gobierno de Obama en el año 2008, no fueron solucionados, a pesar de constituir problemas puntuales y nodales, para el desarrollo económico y social de esa nación.
Estados Unidos, es un país rico por la presencia de recursos naturales inmensos que posee en su territorio, y por la voluntad, inteligencia y capacidad de trabajo de sus hombres y mujeres, pero que a pesar de ello tiene que dejar de ser un país derrochador de riquezas, altos gastos militares, frivolidades y otros menesteres que siguen siendo “El Talón de Aquiles” para acabar con el estado de pobreza en el cual viven muchas personas.
El pueblo estadounidense y el mundo esperan que sean puestas en práctica muchas medidas para contrarrestar este estado de cosas en el próximo mandato, por lo que resulta imperdonable el incumplimiento de la corrección de estos problemas, si en verdad se quiere resolver la crisis por la que atraviesa ese país en estos momentos.
Al problema como el narcotráfico se le debe buscar solución al más corto término, a fin de reducir el consumo desorbitado de las drogas, responsable de gastos millonarios y graves enfermedades; la corrupción de banqueros y la estafa en las finanzas por magnates de instituciones financieras, ameritan medidas de envergadura para evitar el empeoramiento de la situación económica de esa nación; el por ciento de desempleados es muy elevado, situación que merece la implementación de medidas urgentes para disminuirlo. La situación económica debe cambar para que ese país pueda enfrentar el déficit fiscal enorme y mejorar así el crédito a nivel mundial; al igual que la situación de los millones de inmigrantes de diferentes países, debe buscarle solución a este problema; la educación debe mejorar sustancialmente para llevar a la población a alcanzar niveles culturales y tecnológicos equiparables con otros países; las políticas ambientales deben ser más severas, para que ese país pueda enfrentar con más energía los problemas ecológicos que le están produciendo daños insalvables.
“El Sueño Americano”, expresión que ha servido de línea estratégica de varios Presidentes de los Estados Unidos de América, que aún no se ha podido materializar, le ha llegado el momento de que sea una realidad. El pueblo estadounidense espera en este último mandato de Obama, que sea asumido con sinceridad y mayor convencimiento, como línea estratégica fundamental que sirva de marco de las políticas públicas y acciones en estos últimos cuatro años, para así solucionar los problemas económicos, políticos y sociales de los más de trescientos millones de personas que se desplazan cada día por ciudades y campos de ese país, a lo cual se comprometió el Presidente Obama, en su discurso de su reciente Toma de Posesión, cuando dijo: “Ahora es el deber de nuestra generación continuar lo que empezaron nuestros predecesores. Porque nuestro recorrido no estará completo hasta que nuestras esposas, nuestras madres y nuestros hijos puedan ganarse la vida, como corresponde a sus esfuerzos; porque nuestro recorrido no estará completo hasta que nuestros hermanos y hermanas gay se les trate igual que a todos los demás. Nuestro recorrido no será completo hasta que ya no se obligue a ningún ciudadano a esperar horas para poder ejercer su derecho al voto. Nuestro recorrido no estará completo hasta que encontremos una mejor manera de recibir a los inmigrantes, esforzados y esperanzados que todavía ven en Estados Unidos como el país de las oportunidades: `Hasta que los jóvenes estudiantes brillantes, ingenieros brillantes, entren a formar parte de nuestra fuerza laboral, en lugar de que se les expulse en nuestro país;´ Nuestro recorrido no estará completo hasta que todos nuestros hijos, los de la calle de Detroit, trepen las colinas de Los Apalaches y los senderos tranquilos de Newtown, sepan que se les cuida, que se les atesora, y que siempre estarán a salvo.”