Una sencilla caminata, si se practica de manera regular, puede ser suficiente para mejorar la salud. Varios estudios tratan acerca de este tema. Ahora un nuevo análisis reafirma esta idea: ha detectado que las mujeres que caminan al menos tres horas semanales logran reducir sus posibilidades de sufrir accidentes cerebrovasculares. Sigue leyendo y descubre más detalles sobre este hallazgo.
Para las personas sedentarias a las que les cuesta iniciar una rutina de ejercicios, caminar puede convertirse en una alternativa ideal: no se necesita un equipo especial para practicarla, tampoco es necesario pagar a entrenadores ni gimnasios para realizarla, los horarios son absolutamente flexibles de acuerdo a las posibilidades de cada uno, puede practicarse solo(a) o en grupo… ¿Necesitas otra ventaja?
Pues la hay: caminar es muy saludable tanto para los hombres como para las mujeres de todas las edades. Varios estudios han demostrado, por ejemplo, que caminar ayuda a mantener a la memoria en buenas condiciones, a evitar los derrames cerebrales, a proteger al corazón, a prevenir o a controlar la diabetes y a mantener los huesos fuertes.
Ahora, un nuevo estudio se suma a esta lista. Se trata de un análisis desarrollado por unos investigadores españoles según el cual, las mujeres que caminaban al menos tres horas semanales tienen menos posibilidades de sufrir un accidente cerebrovascular, en comparación con otras mujeres de edad similar que caminan menos o no lo hacen en absoluto.
Recuerda que un accidente cerebrovascular o ACV (también conocido como apoplejía o derrame cerebral) ocurre cuando por algún motivo la sangre deja de llegar a alguna parte del cerebro, ya sea por la presencia de coágulos sanguíneos en los vasos cerebrales, de obstrucciones en los vasos del cerebro (ACV isquémico o trombótico) o porque se produce algún sangrado dentro o alrededor del cerebro (ACV hemorrágico).
En otro artículo de vidaysalud.com, ya te habíamos mencionado acerca de un estudio según el cual el ejercicio puede protegerte de los accidentes cerebrovasculares silenciosos. Ahora, el grupo de investigadores españoles no sólo ha encontrado que las mujeres que caminan vigorosamente durante 210 minutos o más por semana tienen menos posibilidades de sufrir un ACV que las personas inactivas sino también, incluso, menos que aquellas que andan en bicicleta o que practican alguna actividad por un periodo de tiempo menor.
Para llegar a estos datos, que fueron publicados en Stroke, los investigadores analizaron las respuestas que casi 33 mil hombres y mujeres dieron a mediados de los ’90, sobre un cuestionario relacionado con la actividad física, que era parte de un estudio más grande sobre el cáncer realizado en Europa. Para ello dividieron a los participantes según el sexo, el tipo de ejercicios que practicaban y la cantidad de tiempo por semana que le dedicaban a esa actividad.
Si bien los resultados no fueron iguales para los hombres, se ha comprobado que el ejercicio físico ayuda a disminuir el riesgo de sufrir un ACV, en personas de cualquier sexo.