El Cairo.- Una calma tensa se reinstala de manera paulatina hoy en esta capital y en otras 12 ciudades egipcias, sacudidas horas atrás por protestas que dejaron nueve muertos y casi 400 heridos, según recuentos parciales.
Las manifestaciones, convocadas por el Frente de Salvación Nacional (FSN) en ocasión del segundo aniversario de la revuelta contra el ex presidente Hosni Mubarak, colmaron la céntrica Plaza Tahrir en esta capital y se reprodujeron con violencia especial en las provincias de Suez e Ismailia, en el noroeste.
El FSN emitió esta madrugada un comunicado que exhorta al presidente Mohamed Morsi a convocar «una reconciliación nacional con la oposición», critica lo que describe como «monopolización del poder por la Hermandad Musulmana (HM)» y reitera su demanda de anular de la recién promulgada Constitución.
La Carta Magna es defectuosa e inapropiada para Egipto, se subraya en el texto, que impugna además la recién promulgada ley electoral.
El FSN aseguró que las protestas continuarán, lo que contribuye a atizar el clima de confrontación que se enseñorea sobre este milenario país desde la segunda mitad del año pasado con los consiguientes efectos negativos sobre la economía, que está semiparalizada.
La intranquilidad política ha lanzado un peso sustancial sobre el presupuesto nacional, que muestra un abultado déficit, mermado las reservas extranjeras y afectado la afluencia de turistas, unas de las principales fuentes de ingreso del país, y de inversores extranjeros.
Con los efectos de las protestas aún perceptibles, la polarización es palpable y muestra todos los indicios de ahondarse en un medio favorable por la crecida influencia de los islamistas en todos los sectores de la vida nacional.