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La sociedad dominicana necesita creación, cambios en el sistema de la administración pública. Los gobiernos con leyes impositivas vacían los bolsillos, crean remolinos sin control que afectan más la pobre calidad de vida.
Nos urge la vigencia de las buenas costumbres, la creación de un fuerte espíritu público, tener fe en el sistema político, se necesitan estos elementos. Nuevos métodos que regresen los valores en armonía con las nuevas ideas y principios. Aniquilar la corrupción, gran mal de estos tiempos que ha desarrollado la sociedad donde la gente no es lo principal. Creemos en un orden cívico basado en los deberes y derechos de los servidores públicos y todos los ciudadanos.
Estar vigilante, actuar, para que el compromiso ético domine los sentimientos y pasiones, trabajo de sinceridad, constante, de total entrega. Que las funciones sean casas de cristales, transparencia. Si se conocen los corruptores y corruptos, solo aplicar la hombría de bien en pura justicia.
NO funciona el sistema democrático nada bien gobernado por un pequeño grupo y una masa obediente que actúa solo para llenar el estómago. Ejercer con fidelidad los principios de conciliación, más bien aglutinar todas las fuerzas morales y organizar la nación sobre lo establecido en la Constitución. Aplicar el Decálogo Duartiano. La nación tiene sus estudiosos, unir las inteligencias para iluminar, aprovechar el avance de la ciencia, borrar las divisiones sociales.
Se mira y se critica a la justicia y no se piensa primero en el debido respeto a la ley. No le veo vigor a la ley excepto en lo que respecta a la intención de respetarla o contravenirla.
¿Por qué el dominicano no se inclina a respetar la ley? Para inculcar al pueblo el respeto a la ley, es necesario que la ley sea para el bien común. Consagre le principio de igualdad en toda su extensión. El 3 de diciembre de 2012 la prensa nos informa que el señor Guarocuya Félix, director general de Impuestos Internos, referente a la ley de reforma tributaria, Él se preguntó que la clase media es afectada mucho más con los impuestos. ¿Y esto es justo? se contestó: no, de hecho es inequitativa y sumamente injusto. Es evidente ésta ley viola el derecho inalienable de propiedad. ¿Está obligado el ciudadano a cumplirla?
Los dominicanos viviremos en paz y respetado, cuando la autoridad esté cimentada en loa hábitos y costumbres de los principios de la moral y cívica y el Decálogo Duartiano. Los hábitos y amores de patria son el santuario de las instituciones establecidas en la Constitución.
Octogenario veo esta sociedad degradada, perdida, hay que crear un sistema político Duartiano. Las protestas de 2012 están cimentadas en la doctrina de la juventud “La Trinitaria”. Leyes civilizadas en DIOS-PATRIA Y LIBERTAD.
Nuestro invitado de hoy: Juan Pablo Duarte: “Vivir sin patria es lo mismo que vivir sin honor”.
El autor es vicealmirante retirado de la Marina de Guerra.
