Decía el entonces candidato presidencial y hoy presidente Danilo Medina durante la pasada campaña electoral que su gobierno se proponía entre otras promesas distribuir la riqueza macroeconómica que había producido hasta entonces los dos gobiernos que presidiera el doctor Leonel Fernández Reyna, líder del Partido de la Liberación Dominicana.
Y eso es precisamente lo que está haciendo de una manera más que original el actual mandatario dominicano. No se va mas allá de la noticia como una visita sorpresiva que realiza el jefe de estado a comunidades apartadas cualquier fin de semana en lo que va de su mandato, donde hay organizaciones de productores tales como el jengibre, el mango, el cacao u otra rama de los denominados pequeños y medianos productores.
Pero lo cierto es que con esa forma el presidente Medina ha comenzado a concretizar su promesa entregándole los recursos que sin haber aumentado el presupuesto nacional de gastos ni derrocharlo tal vez en la compra de grandes vehículos, servicios telefónicos pagados por el estado o viajes turísticos a costa del erario o es escoltas que llamen la atención, el circunspecto y sencillo mandatario dominicano está dando una demostración de justicia distributiva desde el estado que hasta el momento lo único que ha provocado es que hasta los más enconado enemigos de los gobiernos peledeístas como el ex presidente Hipólito Mejía se vuelquen en elogios hacia esas y otras acciones positivas y enmarcadas en la austeridad y deseos sinceros de hacer un buen y justo gobierno por parte del actual mandatario dominicano.
Con eso gana la nación y gana el partido gobernante. Gana la nación, porque esos sectores amen de no tener nunca una prensa que sin darle nada a cambio fijara su atención en ellos, reciben una respuesta a sus constantes y muchas veces ignoradas demandas no solo formuladas durante los gobiernos del PLD, que es probablemente el que más atención le ha dado, pero que intereses oscuros tal vez dentro y fuera de esa organización han pretendido colocar en un segundo o tercer plano, sino que también han sido olvidados y marginados en otras administraciones.
Ese olvido también afecta el bienestar actual de esos sectores y de la propia nación, porque dejan de generar empleos que muchas veces no vemos ni se recogen en las estadísticas oficiales, pero que sirven para desinflar un poco la presión social que genera esa situación a cualquier gobierno y a la sociedad en particular.
Gana el PLD como partido porque cumple con parte del sueño expresado por su líder histórico el profesor Juan Bosch que debe estar abogando desde el mas allá por la profundización de esa línea de acción desde el gobierno que iniciada en las pasadas gestiones peledeístas, pero que se necesita consolidarlas y ampliarlas a fin de enrumbar a la República Dominicana por el camino del progreso y el desarrollo que tanto soñó.
Esos caminos recorridos por el PLD en sus gobiernos mas una adecuación del partido de cuadros que fue, al partido de masas que es hoy, es lo que garantizará sin dudas futuros triunfos de la organización morada y la estrella amarilla para bien de Quisqueya y todos sus hijos.
