Parece que el fenecido José Oliva tenía razón cuando definió a la nuestra como “una liguita”: los Gigantes botaron a La Manta con el equipo en tercer lugar y ahora los Toros hacen lo mismo con Carlos Febles estando de lleno en la lucha por ir a la final y contratan al que habían “repajilado” los de San Francisco de Macorís… ¿Tenía razón Oliva?… No me contesten, que es tonta… Pero, y aquí está el bendito pero, lo que si está claro es que en nuestra pelota, un cargo tan importante como el de dirigente pende de un pique de un ejecutivo… Ah, el gerente de los Toros dijo que cambió a Febles porque el pasado jueves ¡QUINCE! fanáticos “lo amenazaron”… Si porque un puñado de fanáticos amenace a un dirigente lo van a cambiar, entonces este béisbol se fuñó… ¡Psss, aquí entre nosotros, parece que los directivos de los Toros no han ido a velorios de pobres y no saben hacer cuentos!.. ¿Quién mandó a Biggio y a Piazza a presentarse a Cooperstown con ese “compinche”?… ¡Oigan las carcajadas de Ramón Cuello!.. Hay que ser muy simple para pensar que entrar a la inmortalidad es tan solo cuestión de numeritos… Por eso, dentro de un tiempo, un grupo de jóvenes se enterarán que en 2013 en el Salón de la Fama comenzaron a castigar a los tramposos… Hay peloteros que cuando tienen la sartén por el mango se la pegan a los periodistas en la cabeza y los patean, los humillan, les niegan entrevistas, se creen los dueños del mundo, pero pretenden que estos no miren nada de eso a la hora de premiarlos… ¡Más bueno que es así!
