Hanoi.- Expertos vietnamitas abogaron este sábado por más inversiones para minimizar el número de nacimientos de niños con deformaciones como consecuencia del llamado agente naranja regado por la aviación estadounidense durante la guerra de agresión contra el país indochino.
Le Ke Son, subdirector de la Administración ambiental de Vietnam, recordó que a partir de 1961 y durante una década, el 10 por ciento del territorio meridional recibió más de 18 millones de galones de dioxina, que es el nombre del referido producto químico contaminante, cuyos trágicos efectos todavía se padecen generaciones por medio.
Durante una conferencia aquí dedica a tales secuelas bélicas, señaló que casi cinco millones de personas fueron expuestas, muchas de sus víctimas murieron y otros millones de descendientes sufren deformidades y enfermedades crónicas.
Por su parte, Nguyen Thi Luyen, ejecutivo del programa gubernamental que estudia los efectos del agente naranja, dijo que cada año se registran entre 22 mil y 30 mil nacimientos de bebés con severas limitaciones físicas, lo que representa el dos por ciento de las nuevas vidas.
Entre los defectos relacionados con personas expuestas a la dioxina, predominan los de naturaleza ósea con 42 por ciento, a los que siguen mutilaciones y síndromes de Down, se expuso en el foro científico.
Basados en estas estadísticas expertos sugirieron a las autoridades proveer más inversiones en tecnologías de diagnosis prenatal, y establecer una estrecha cooperación entre hospitales y laboratorios genéricos para la conducción de los estudios correspondientes.
El gobierno vietnamita lleva a cabo prácticamente desde que terminó la guerra programas de rehabilitación, en un denodado esfuerzo por proporcionar servicios médicos de calidad y ayuda a todas las víctimas y sus descendientes.
