Tras dos semanas sin ver la posibilidad de que se le resuelvan sus demandas, un grupo de haitianos indocumentados permanece en vigilia frente al Ministerio de Trabajo, donde buscan llamar la atención para que una empresa procesadora coco de San Cristóbal, declarada en quiebra, le pague sus prestaciones laborales.
Los extranjeros se mantienen en un ambiente de total insalubridad: comen y hacen sus necesidades fisiológicas en el cualquier lugar del entorno que se le permita. Usan como plataforma para colocar sus ajuares los árboles del área.
Los ciudadanos del vecino país han sido dejados a su suerte en una situación que involucra al menos cuatro instituciones: Migración, Salud Pública, Interior y Policía y Trabajo, ninguna de las cuales han enviado sus representantes a entrevistarse con los reclamantes.
Esas personas se mantienen a la espera de una respuesta, amontonadas encima de bultos y cartones, día y noche.
