El proceso de privatización de TAP ha quedado suspendido después de que el gobierno portugués decidiera rechazar la oferta del magnate colombiano-brasileño Germán Efromovich al entender que no existían garantías bancarias para la recapitalización de la empresa.
La propuesta económica era de unos 1.500 millones de euros, de los que 35 serían para el estado luso mientras que el resto serviría en parte para asumir el pasivo, que ronda los 1.000 millones, y en parte para recapitalizar la compañía (otros 316 millones).
Efromovich era el último candidato de la decena consultada previamente por el ejecutivo. Su oferta inicial, hecha a principios de diciembre, preveía inyectar 166 millones a TAP; después, la semana pasada, aumentó la cantidad a los citados 316 millones. Lo cierto es que Portugal ha ido incrementando progresivamente las condiciones.
En cualquier caso, las dudas sobre la capacidad para afrontar esos pagos han supuesto la suspensión de la privatización de la aerolínea, que habrá de seguir esperando para encontrar alguien dispuesto a asumir los más de 500 millones de euros de deuda que arrastra. La Secretaría de Estado de Transportes afirma poder “aguantar un año”, aunque se espera una nueva convocatoria.
