Washington.- A casi una semana de la tragedia de Newtown en la que fueron asesinados 20 niños y seis adultos en una escuela primaria, el debate sobre el control de armas está hoy en su punto climax dentro de Estados Unidos.
El presidente Barack Obama llamó a poner fin a lo que denominó epidemia de violencia con armas de fuego que afecta al país cada día y puso de límite enero de 2013 para que se le presenten propuestas de reformas reales.
Según el jefe de la Casa Blanca, el país tiene una profunda obligación de debatir sobre el control de las armas, cuya posesión está protegida dentro de la Constitución de Estados Unidos.
La violencia generada por las armas, cobra en este país la vida de más de 10 mil personas al año, remarcó Obama.
Y aunque la mayoría de los estadounidenses apoya prohibir la posesión de armas de asalto y de cargadores de alta capacidad, la comercialización de este tipo de artefactos letales se ha incrementado después de la matanza en Connecticut.
Por su parte, Nancy Pelosi, líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes del Congreso, urgió también a votar un proyecto de ley para prohibir la venta de cargadores de armas de alta capacidad.
La legisladora instó a más acciones y menos palabras durante una rueda de prensa en la cual pidió al presidente de la Cámara Baja, John Boehner, que permita sancionar el proyecto de ley antes del próximo sábado.
Los patrocinadores de la iniciativa, entre los que no se cuenta ningún republicano, exigen una respuesta rápida después de la masacre cometida el viernes pasado.
Un informe de 2007 del Small Arms Survey citado por el diario The Washington Post señala que Estados Unidos tiene la mayor tasa de posesión de armas en el mundo, con un promedio de 88 por cada 100 ciudadanos.
Se estima que unos 300 millones de armas están en manos de civiles estadounidenses, en un país de 311 millones de habitantes, según informó la versión española del diario The Huffington Post.
Caracterizada por ser una sociedad violenta, Ben Sherwood, en su libro El club de los supervivientes, escribió que más de 115 millones de personas visitan las salas de urgencias cada año en Estados Unidos. Eso supone 315 mil al día o 13 mil 125 cada hora.
En el propio texto afirmó que «cada hora, ocho personas sufren una herida por arma de fuego y tres fallecen».