La eliminación de la violencia en aras de generar espacios de paz representa un reto para la sociedad dominicana, consideró una estudiosa sobre temas de seguridad y control de armamento.
A juicio de la directora ejecutiva del Instituto Caribeño para el Estado de Derecho, Orlidy Inoa, se hace cada vez más urgente y necesario el desarme de la población civil.
En República Dominicana la violencia armada es un problema muy serio, si tomamos en cuenta que todos los años mueren más de mil 500 personas por el uso de armas de fuego, afirmó.
La experta puntualizó que la mayoría de esas muertes no ocurren en medio de actos delincuenciales, sino como parte de conflictos interpersonales.
«Urge pensar de forma estratégica en la prevención del fenómeno y abandonar de una vez por todas las salidas fáciles», recomendó la también abogada.
Según Inoa, las acciones preventivas deben incluir campañas de educación por la paz y el establecimiento de controles más rigurosos para la tenencia de armas.
«El derecho a vivir sin violencia es un derecho fundamental de todos y por tanto una obligación del Estado lograr su garantía», enfatizó.
Datos del Instituto Nacional de Patología Forense precisan que en noviembre pasado se realizaron allí 103 autopsias y 48 correspondieron a muertes por armas de fuego.
