El Cairo.- La oposición egipcia prepara hoy protestas en todo el país como prueba de fuerza contra el proyecto constitucional cuya aprobación depende de la segunda vuelta el próximo día 22, aunque se da por segura.
Para los partidos laicos e izquierdistas, agrupados en el Frente de Salvación Nacional (FSN), es obvio que el texto recibirá un SI mayoritario en la segunda fase de la consulta.
En la primera ronda, celebrada el pasado sábado 15, emergió con una aprobación del 56 por ciento de los electores en 10 de las 27 provincias egipcias.
Esos resultados han sido suficientes para que el FSN insista en su reclamación de redactar un nuevo texto, cuenta habida de que más de 43 por ciento de los votantes están opuestos a su promulgación, un nivel adverso demasiado alto para una Carta Magna, según sus alegaciones.
Desde el proceso de debates, el proyecto constitucional fue sometido a fuego graneado de críticas por los delegados laicos, muchos de los cuales terminaron por ausentarse de las deliberaciones o renunciaron a continuar en los trabajos.
Los detractores aducen que los constituyentes islamistas impusieron su mayoría e introdujeron artículos lesivos para los derechos de las mujeres, los niños y las minorías y prepara el camino para una islamización de Egipto al estilo de la existente en algunos países árabes del Golfo Pérsico.
La animosidad entre partidarios y detractores del proyecto, divididos en líneas claras en su preferencia por el presidente Mohamed Morsi, ha crecido hasta el punto de provocar choques en los que han muerto casi una decena de personas y alrededor de mil han resultado heridas, según los cómputos oficiales.
Esa acritud ocasionó incidentes aislados el sábado pasado y alimentó el clima de tensión en esta capital y ciudades del interior en las cuales también han ocurrido combates callejeros e incendios de sedes de la Hermandad Musulmana y de su brazo electoral, el Partido Libertad y Justicia.
En estos momentos el enfrentamiento entre ambas tendencias es total y tuvo una manifestación clara durante protestas la víspera contra el Fiscal General, el magistrado Talaat Ibrahim Abdula, designado para sustituir a Mahmud Abdel Maguid, cesanteado por el presidente Mohamed Morsi.
El juez sometió su renuncia por escrito, pendiente de aceptación por el mandatario.
La oposición se propone que las protestas de hoy impongan la anulación de la segunda fase del referendo y la convocatoria a otra Asamblea Constituyente, una posibilidad que conlleva la renuncia por el mandatario de una parte sustancial de su autoridad.
En términos del futuro mediato, la crisis tiene todos los sellos de una situación sin salida cuya solución no aparece en el sombrío horizonte egipcio.